Año 7 / Edición XLV / Argentina / 01-11-2021 / ISSN 2422-7226
Con intervención del Equipo Editor del Observador Central
Los líderes de los países del G20 pidieron en la declaración final de la cumbre que se revisen las políticas de sobrecargos FMI, en línea con lo que la Argentina venía planteando en los últimos meses.
El documento con la conclusión final del G20 (Grupo de los Veinte) que se llevó a cabo en Roma incluyó, en su jornada final de este domingo, uno de los principales reclamos del presidente Alberto Fernández con respecto a la negociación de la deuda con el FMI (Fondo Monetario Internacional), esto es, la recomendación por parte del propio G20 al organismo de crédito de revisar su política en cuanto a los denominados “sobrecargos”.
Además, reclamaron al organismo de crédito multilateral la creación de un nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad para proporcionar financiación asequible a largo plazo a los países de ingreso medios y bajos, y pidieron la canalización voluntaria de parte de los DEG (Derechos Especiales de Giro), asignados para ayudar a los países vulnerables, de un total de US$ 650.000 millones que fueron emitidos por el FMI para hacer frente al impacto de la pandemia. Esos recursos, y otros cedidos por las potencias globales, podrían ser redistribuidos para los países en problemas, entre ellos la Argentina.
Asimismo, y en medio de las diferencias entre la propuesta de la Argentina y las exigencias financieras y económicas de los países más poderosos del organismo, el presidente Alberto Fernández se reunió con la directora gerenta del FMI, Kristalina Georgieva, para avanzar con las negociaciones por un nuevo acuerdo que contemple menos sobrecargos y el espacio al país para posponer vencimientos por los casi US$ 45.000 millones de dólares de deuda.
A su vez, desde el G20 celebraron los progresos realizados en el marco de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda, que también ha sido acordada por el Club de París. Señalaron que todos los acreedores bilaterales oficiales deberían aplicar esta iniciativa de forma completa y transparente.
En otro orden, renovaron su determinación de utilizar todas las herramientas disponibles por el tiempo necesario para hacer frente a las consecuencias adversas del COVID-19, en particular para los más afectados, como las mujeres, los jóvenes, los trabajadores informales y de baja calificación, y sobre las desigualdades.
Por último, alentaron a las Instituciones Financieras Internacionales a que redoblen sus esfuerzos para buscar la alineación con el Acuerdo de París dentro de unos plazos ambiciosos, a financiar las estrategias de recuperación y transición sostenibles, las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y las estrategias de desarrollo a largo plazo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, y a establecer planes para movilizar el financiamiento privado, en línea con sus mandatos y procedimientos internos de aprobación, sin dejar de apoyar la consecución de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Fuente: Portales web de noticias: “TiempoSur” 31/10/2021; “Ámbito” 31/10/2021; “Télam” 31/10/2021; “El Economista” 31/10/2021.