Año 7 / Edición XLV / Caleta Olivia / 01-11-2021 / ISSN 2422-7226
Por Camila Rosado del Equipo Editor del Observador Central
Desde 2012 Patitas de Vidda, mediante su página de Facebook, busca concientizar a la población caletense sobre la tenencia responsable, a la vez que realiza castraciones, atiende casos particulares y efectúa masivas.
Es un hecho la sobrepoblación de animales en situación de calle y la existencia de maltrato animal en nuestro país y en la provincia de Santa Cruz. Debido a estas problemáticas, surgen y se forman distintas protectoras animales que velan por el bien y la concientización del cuidado animal, siendo una de ellas Patitas de Vidda, un grupo de voluntarios caletenses que trabajan en beneficio de los animales.
Patitas de Vidda nace en Caleta Olivia en el año 2012 como página de Facebook, red social que utilizan, y logra crecer gracias a la difusión de la gente, la cual se encarga de compartir y dar vida a la página. El grupo que comenzó no es el grupo que está ahora, de la “vieja guardia” quedan actualmente dos personas, a las que se le han sumado cinco personas más. En estos nueve años desde su creación, debieron atravesar distintas situaciones: “Hemos pasado de todo, hemos tenido problemas legales, hemos visitado comisarías. Hemos tenido varias incumbencias, hemos pasado bastante”, comenta Inés Mayorga, voluntaria desde 2012.
Dentro de los trabajos que lleva a cabo el grupo se encuentran la concientización y la tenencia responsable. Asimismo, con ayuda del Centro de Sanidad Animal, logran realizar castraciones todas las semanas a precios económicos, alrededor de siete a diez mascotas, con dos turnos los jueves y turnos extra a lo largo de la semana. Dentro de esta iniciativa se agrega la ayuda a quienes tienen inconvenientes para poder llevar a cabo las castraciones, principalmente cuestiones relacionadas a la movilidad, y la comunicación constante con los dueños –donde se les recuerda aspectos como el ayuno que debe realizar la mascota, el horario asignado, o cualquier impedimento que dificulte la realización de la misma–. También se suma el trabajo con casos, aproximadamente uno a tres por semana, con situaciones particulares de todo tipo.
La principal problemática con la que se encuentran actualmente Patitas y los distintos grupos rescatistas y protectores, es la ausencia por parte del Estado: existe una falta de estructura e infraestructura, y una necesidad de spots publicitarios que concienticen a la sociedad respecto del cuidado y respeto hacia los animales. También se encuentra la cuestión de las masivas –el proceso en donde un veterinario castra a más de 100 mascotas en un solo día–, por la cual se debe contratar a veterinarios de Buenos Aires, especializados en esta tarea, ya que los veterinarios locales, a pesar de ser buenos, no poseen la práctica y la agilidad para ejecutar esta técnica especial. Aunque trabajan junto con otras ciudades, como Las Heras o Sarmiento y Comodoro Rivadavia, el dinero no alcanza para adquirir los pasajes –es importante aclarar que el trabajo se lleva a cabo gracias al bolsillo de los voluntarios– y poder trasladar a los especialistas. Es notable la inminente necesidad de asistencia por parte del Estado: “Ellos creen que son los perros, no son los perros, es salud pública”.
La pandemia que dañó a distintos sectores de la sociedad, también inquietó notablemente al grupo. El trabajo de concientización sobre la tenencia responsable, que había logrado avanzar en los últimos años, se vio afectado: “Ahora la gente está muy susceptible, muy irascible, con toda la situación económica, la pandemia, y deja muchos perros en la calle y hay muchos más perros en situación de calle”. Hoy en día existe un aumento significativo de perros adultos, de porte grande, de raza, y perros en general, sin dueños. Lo que se había logrado conseguir en su momento, la pandemia lo deshizo. También el grupo vivió un aumento en su trabajo y dificultades para llevarlo a cabo, debían salir en horarios no permitidos, con restricciones y sin autorización, llegando al punto de ser multados por Tránsito. Sin embargo, había que ayudar y así se hizo.
En relación con la tenencia responsable, existe una cuestión que ha alertado a los barrios como el Rotari, Bicentenario, 17 de Octubre, y a barrios de alrededores y la zona de chacras: las jaurías. En esta área los vecinos han advertido la presencia de jaurías que maltratan y llegan a matar a otros animales, como gallinas o caballos. La gente abandona a los perros en la zona de chacras y se comienzan a formar las jaurías, una vez que el animal se hace jauría –dos o tres perros bastan para formar una– ya perdió su domesticación, llegando en principio atacar, pero también a matar.
En sintonía con las dificultades que atraviesan al grupo y a los ciudadanos, se suma el hecho de que el proceso para realizar denuncias por abandono y maltrato es complejo. Las denuncias se deben realizar en la policía, sin embargo, no se suelen acompañar este tipo de situaciones. Medio Ambiente tampoco toma denuncias, con excepciones en casos específicos como perros mordedores. Al no tener respuesta desde ningún ámbito gubernamental, se debe hacer eco de estos escenarios violentos por medio de las redes sociales: “Usamos las redes para sobre todo el maltrato animal, hacemos el famoso escrache, que no está bueno, a nosotros no nos gusta, estamos en contra, pero es la única manera de visibilizar la situación”.
Para poder sobrepasar y actuar en razón de estas cuestiones, es necesario impulsar la parte de concejales, los cuales deben formular una ordenanza acorde al año 2021 ya que la Ley 14.346 sobre Malos Tratos y Actos de Crueldad a los Animales, sancionada en 1954, ha quedado desactualizada. Asimismo, se busca la creación de una ordenanza que vele sobre el control y la venta clandestina de animales. Por otro lado, se debe activar el área de Medio Ambiente, con infraestructura y personal capacitado, y un Tribunal de Faltas medioambiental, más expeditivo, donde se notifique a la persona denunciada y que todo no quede solamente en una sanción económica. Es importante el trabajo en conjunto con las protectoras, algo que hasta ahora no ha sucedido: “Siempre nos ven como oposición, yo no soy oposición de nadie, en cuestión animal no hay oposición”, explica Inés. Se busca llegar a un acuerdo con Medio Ambiente y con el Tribunal de Faltas, ya que sin el Estado es difícil avanzar.
Es importante destacar que la adopción de una mascota implica responsabilidad y cuidado a lo largo de su vida, lo que implica concientizar a la población a castrar a sus animales domésticos para evitar la sobrepoblación animal. Asimismo, es primordial entender que cualquiera puede ayudar y realizar una denuncia para que estas comiencen a ser valorizadas por las entidades policiales, y que no depende solo de la protectora, “depende de cualquier persona y que cualquiera pueda hacerlo”, relata Inés.
Quienes deseen colaborar con Patitas de Vidda se pueden acercar a la Veterinaria Alihué, Güemes 612 de lunes a sábado, y contribuir con el pago de la deuda del grupo. También se puede ayudar difundiendo la página y los distintos casos que publican día a día.