(Año 1 /Edición Nro. 19 /10 de Noviembre 2014/Caleta Olivia) Hace 21 años se viene llevando a cabo en la Escuela de Biología Marina y Laboratorista N°1 “Atlántico Sur”, la Muestra Anual Institucional denominada como “Semana del Mar”. La misma estaba proyectada para la próxima semana, pero ésta se encuentra en riesgo ante la falta de agua en la localidad. En esta nota conmemoraremos esta tradición que nos hace recordar el lugar que tiene el mar, en una sociedad en donde los recursos de éste son relativos y pareciera ser que solo nuestros jóvenes del Biología Marina los visualizan como sustanciales para el mantenimiento de las tradiciones que fortalecen los procesos de construcción de una identidad portuaria-pesquera enfocada en el desarrollo endógeno de nuestro territorio.
Una opción educativa con alta significatividad social
La oferta educativa que la Escuela Técnica de Biología Marina y Laboratorista N°1 posee, no es una opción más, es que desde las raíces de su conformación histórica en los ’90, se comenzó a pensar en una institución que se proyecte hacia el futuro de una comunidad portuaria y pesquera, para ello se requería la formación de jóvenes reflexivos y críticos en cuanto a la conservación y protección de los recursos marítimos, como así también a que estos se transformen en agentes multiplicadores del conocimiento y el respeto por el medio ambiente.
Así, con la obtención del título como Técnicos de Biología Marina y Laboratorista, esta propuesta pedagógica se ha instalado como sustancial para la región de la Cuenca del Golfo San Jorge y dentro de la república argentina. Entre los espacios curriculares específicos se destacan organismos marinos, náutica, Subproductos de pesquería, métodos y técnicas analíticas, tecnología de gestión, regulación pesquera, buceo, aseguramiento de la calidad, bromatología, etc.
Asimismo, dicha formación se sustentaba y se sustenta sobre fundamentos vinculados a la resolución de diversos problemas, tales como una mayor diversificación de la oferta laboral, el establecimiento de puentes articulados entre las necesidades económicas en función de la explotación de los recursos naturales y la formación técnico-profesional de los habitantes de la región, así como también despertar y fomentar en la Patagonia el interés por los recursos marítimos y la explotación de los mismos.
Este proyecto educativo que nació el 12 de Abril de 1993, pero que se comenzó a gestar mucho antes con un espíritu aventurero y teniendo como fortaleza un especial encanto por los seres marinos, también preveía en su orientación atender a la necesidad creciente de mayores oportunidades laborales, ampliando posibilidades educativas despertando en los jóvenes del nivel educativo medio una vocación marinera que permitiera la explotación del recurso y un contacto con la naturaleza patagónica de forma permanente. Por lo tanto, los objetivos educacionales a los que apunta la Escuela de Biología Marina se fueron cristalizando con el correr de los años en uno de sus rituales mas destacados de la comunidad costera: La Semana del Mar.
La transferencia del conocimiento como valor de la institución
La semana del mar, nació prácticamente con la institución, es que a partir de esta experiencia con alto valor educativo se ha permitido afianzar prácticas sobre el cuidado y preservación del medio ambiente marino con un encanto especial: la transferencia del conocimiento a los niños y jóvenes de la comunidad. Es que el objetivo siempre fue poder mostrar a la comunidad los trabajos realizados durante el ciclo escolar, así como también poder promocionar la escuela entre los alumnos del nivel primario. Pero hay algo más profundo que atraviesa esta muestra, y es la materialización en las maquetas y actividades, de los valores que la escuela promulga sobre el cuidado, el conocimiento y el respeto por el medio ambiente y los recursos marítimos.
En esta primer semana del mar, ya hace 21 años, se desarrollaron diversas actividades, tales como: concursos de afiches, el Primer Torneo Intercolegial de Natación del cual participaron alumnos de la Escuela de Biología Marina de Comodoro Rivadavia, entre otras, culminando dicha semana con un acto formal en donde se bendijo la Bandera de Ceremonia de la institución, denominándola a esta última con el nombre de “Atlántico Sur”.
Algo más que una tradición…
Esta muestra institucional que se desarrolla durante el mes de noviembre, en las instalaciones de la E.BI.MA.L N°1 “Atlántico Sur” de Caleta Olivia, constituye una propuesta educativa no solo para jóvenes, sino para toda la familia. En el 2014 será la Edición N°21 de la misma, siendo la segunda vez a lo largo de la historia que se llevará a cabo en el edificio propio de la unidad educativa, el cual se encuentra sobre la Ruta Nacional N°3, en el acceso sur a nuestra localidad.
Cabe recordar que hasta diciembre del año 2012, los alumnos concurrían a clases a otro establecimiento educativo, y que por casi dos décadas la institución formó parte de un proceso de luchas por un edificio propio ya que la obtención del título a nivel nacional es único en su tipo, proceso por el cual se continua apostando ya que la formación técnica que reciben sus alumnos, con la complementación de actividades náuticas fortalece el desarrollo de competencias cognitivas, comunicacionales y actitudinales orientadas a la formación de un ciudadano integral.
Entre las actividades que se han desarrollado en ediciones anteriores, se encuentran exposiciones de arte vinculadas al mar, stands de la indumentaria náutica con la que los estudiantes realizan las prácticas de buceo y guardavidas, stands con productos alimenticios de origen marítimo, relatos de los estudiantes vinculados a los diversos viajes de estudio, así como también a las experiencias vividas en las pasantías profesionalizantes en empresas de la zona, etc.
Dicha muestra intenta ir más allá de ser una mera exposición o evento, ya que constituye una tradición fundamental de la escuela, en dónde no sólo se ven reflejadas las actividades y proyectos de sus docentes y estudiantes durante el ciclo escolar, sino que también pretende ser un espacio de reflexión sobre la conciencia ecológica que tenemos y que debemos tener como ciudadanos.
Por esta razón, es de gran importancia la concurrencia del público en general, como así también la participación de escuelas de nivel inicial y primario, ya que es una oportunidad para conocer algo más sobre el mar, sobre el medio ambiente, sobre nuestros recursos marítimos locales y regionales, y sobretodo la actividad del hombre en ellos, así como también dar a conocer los valores y conciencia que dicha institución posee y transmite a las futuras generaciones sobre los recursos presentes en nuestro territorio.
Por Nerea Tinedo para Observador Central
