Pasión de multitudes, sentimiento, una forma de entender el mundo, el fútbol en nuestras sociedades no solamente es un fenómeno difícil de explicar, sino que además adquiere efectos inesperados en las más jóvenes generaciones. Sin dejar de atender el contexto futbolero dónde el Club más emblemático de la República Argentina se ha consagrado Campeón Sudamericano, Observador Central quiere destacar una iniciativa que surgió desde el Honorable Concejo Deliberante de la ciudad portuaria de Puerto Deseado. Sí, desde este ámbito se posibilitó que unos de sus históricos y más emblemáticos jugadores compartiera en la cotidianeidad un instante de su vida con los deseadenses.
(Año 1 /Edición Nro. 24 /15 de Diciembre 2014/Puerto Deseado) Dueño de una gran personalidad y humilde como pocos, el ex jugador de la selección uruguaya de fútbol, como así también de clubes de la República Argentina, de Independiente, de River Plate, entre otros, engalanó la Fiesta del Deporte 2014 de Puerto Deseado.
Antonio Alzamendi viajó desde el pueblo donde vive actualmente, Cardona (Uruguay) hasta la ciudad de la Ría para participar de la Fiesta Anual del Deporte, dar una charla a los jóvenes y cenar con hinchas del equipo millonario.
Su nombre completo es Antonio Valentín Alzamendi Casas, nació el 07 de junio de 1956 en Durazno, Uruguay. Su carrera ha transcurrido en el fútbol, debutando en el año 1971 (Club Sud América) y retirándose en 1991 (Club Rampla Juniors). En River Plate se desempeñó como jugador en 1982 y posteriormente entre 1986 y 1988, obteniendo la distinción como “Mejor Jugador de la Copa Intercontinental” en el año 1986 partido en el que convirtió el glorioso gol de River en la final de la Copa Intercontinental, la única del club argentino.
Con una pasión futbolera desde niño, pudo demostrar tanto en la velocidad de sus jugadas, hasta con el ejemplo de vida dónde nos enseña que con trabajo y perseverancia los sueños están más cerca de poder concretarse.
En su corta estadía en tierras patagónicas conmovió a deseadenses con su sencillez, humildad y calidez sin importar el club con el cual simpatizaran. Se suele pensar en el mundo futbolero que “… los grandes jugadores no tienen camiseta…” cuestión que quedó demostrada ya que Alzamendi recibió el afecto de grandes, jóvenes y niños incluso emocionados hasta las lágrimas recordando al autor del gol más importante en la historia de River Plate.
Durante su estadía y en el recorrido realizado en distintos medios locales, no escapó a ninguna pregunta, siempre contestando con franqueza y expresando su parecer, defendiendo la figura de Julio Grondona, elogiando al actual equipo Riverplatense. En su proceder, además argumentó que se alejó de la “familia” futbolera por la violencia del futbol y las barras.
Uno de los momentos más significativos ocurrió cuando transmitió en sus reuniones, frases y consejos que fue aprendiendo en su gran experiencia de vida a través de distintas situaciones que le toco transitar, tanto buenas como malas. Resaltó cuando su padre una vez le dijo “en la vida puedes lograr todo lo que quieras, sólo debes proponértelo, ser disciplinado y esforzarte… sólo depende de vos…” mientras le señalaba un póster del equipo de fútbol donde jugaría más tarde.
Entre otras anécdotas que narra con encendida fuerza, y como mensaje para las jóvenes generaciones expresó “…a ustedes jóvenes les digo, no a las drogas, no al alcohol, sí al deporte… no queremos que nos arranquen más generaciones…”. Dejando en frases como éstas un claro compromiso social con los más jóvenes y demostrando cómo el deporte motoriza la búsqueda de un proyecto de disciplina y vida saludable.
Como no sólo de fútbol vive el hombre, Alzamendi recorrió una espectacular Feria de Artesanos, visitó equipos de básquet locales, además de participar del Festival del Día de la Tradición, y visitar la Gruta de la Virgen de Lourdes. También tuvo la posibilidad de brindar una charla en el Gimnasio Municipal acompañado de la firma de autógrafos, incluso en pequeñas camisetas de River. Allí pudo transmitir, con emoción en sus ojos, el relato de vivencias de un pasado glorioso y entrañable mientras sus seguidores escuchaban y se dejaban llevar por el sentimiento futbolero, dejando caer lágrimas de admiración de poder estar cara a cara con su gran ídolo.
Como broche de oro de una experiencia inolvidable, cayendo la noche con el mar como testigo recibió su “caricia al alma” compartiendo un asado con los hinchas de River que cantaban de manera permanente y lo idolatraban, mientras el posaba en cada foto para que cada uno de los presentes se llevara su recuerdo más preciado. Entrada la madrugada emprendió su retirada acompañado de su gran compañera y esposa al grito de “Uruguayo!! Uruguayo!! Uruguayo…!!” Con una sonrisa tan breve y tan pícara como la que continuó al inolvidable gol más gritado de la historia de River Plate.
Sin dudas la visita de este gran ídolo, que también participó en los Campeonatos Mundiales del ’86 y ’90 vistiendo la camiseta de su país y haciéndole un gol a Alemania en el empate 1 a 1 ya forma parte de la historia deportiva de Puerto Deseado. Alzamendi se despide y deja su huella en esta localidad con la promesa de volver “si con todo esto he logrado que un joven o niño encauce su camino; el objetivo está cumplido”
Nota de Sección Deporte Observador Central