Los camélidos sudamericanos silvestres son productores de las fibras más finas del mundo. Las que provienen del guanaco son reconocidas por poseer características distinguidas tales como sedosidad, bajo peso y calidad aislante. Por otro lado, en cuanto al potencial volumen de lanas a comercializar, cabe destacar que nuestro país es uno de los que cuenta con la mayor cantidad de camélidos en el mundo, y es la Patagonia el territorio que dispone de la población mayoritaria, lo cual constituye una excelente oportunidad para la diversificación productiva en nuestra Provincia y en la región, posibilitando mayor rentabilidad al sector agropecuario así como también mayor desarrollo y crecimiento inclusivo al territorio regional. De este modo, el aprovechamiento sustentable del guanaco representa un recurso genuino para el desarrollo Provincial, aunque varios son los desafíos que habrán de ser superados para presentar a Santa Cruz en el mercado internacional de fibras.
(Año 1 /Edición Nro. 28 /12 de Enero 2015/ Pico Truncado) En esta edición de OBSERVADOR CENTRAL, brindaremos a nuestros lectores información sobre un tema de interés estratégico para la región que nos permite pensar en un territorio con mayor desarrollo y crecimiento económico a partir de la gestación de ideas que pretenden incorporar mayor valor agregado a nuestros recursos naturales.
Constan experiencias locales que dan cuenta de ello y una de ellas podemos encontrarla en Pico Truncado: se trata del Proyecto Fibras Especiales S.A., un modelo de articulación público – privado que dará que hablar en el futuro si es que los productores ven la oportunidad de llevarlo adelante y si desde el Estado Provincial se formulan políticas públicas que motiven el desarrollo de esta actividad.
Una experiencia santacruceña de articulación público – privado
La idea de formar Fibras Especiales S.A., surge en el año 2004, cuando el Municipio de Pico Truncado en conjunto con la familia Mazquiarán, propietarios del reconocido Proyecto Guenguel, deciden unir sus esfuerzos y voluntades, a fin de iniciar un proceso que tiene como principal objeto la incorporación de valor agregado al sector agropecuario regional a partir del aprovechamiento de fibra de guanaco. Es así que, desde aquel entonces, varios han sido los desafíos de estos productores y del Estado Municipal para poder alcanzar la gran meta de colocar estas finas fibras en los más exigentes y exquisitos mercados nacionales e internacionales.
Puede decirse que de la experiencia de articulación se ha podido avanzar en la concreción y puesta en funcionamiento de una planta de descerdado, única por sus características técnicas en el país y en Latinoamérica. Para poder contar con ello, oportunamente se asistió crediticiamente a este emprendimiento con fondos de lo que se denominaba la Ley Fondo de Desarrollo Provincial, la cual contaba con recursos para financiar el desarrollo de nuevas actividades dentro de la Provincia de Santa Cruz que tendieran a diversificar su matriz productiva. Esta máquina, nos comenta Juan José Mazquiarán, fue diseñada exclusivamente para este proyecto a partir de las características propias de la fibra de guanaco; es por ello que esta descerdadora, que posee una capacidad industrial para procesar 20 kg de fibra diarias, es única en sus características a nivel nacional.
Desde aquel entonces, varias acciones se llevaron adelante. Asimismo, obstáculos que han sido superados demuestran la fuerza emprendedora de una familia pionera en la producción agropecuaria en la Patagonia, así como también la visión de un negocio que a largo plazo puede ser una oportunidad para el desarrollo del territorio y de las personas que habitan en él. De este modo, y en articulación con las virtudes de la familia Mazquiarán, los roles del Estado Municipal y Provincial han sido claves en este proceso de incrementar el valor agregado de nuestros productos.
En esta sociedad debemos poner en valor lo que cada uno suma al conjunto: por un lado y como contribución de los emprendedores, el desafío de aventurarse en una actividad poco conocida, la experiencia adquirida desde el año ´98 en cuanto al manejo del guanaco y las técnicas de producción, así como también el tiempo de indagar por el mundo las ventajas y oportunidades que pueden ser posibles y el capital económico dispuesto a ser colocado en “riesgo”; por el otro lado, lo que aporta el Estado Municipal, mediante la voluntad de acompañar y asistir al privado a través su fuerza impulsora de promover políticas para el desarrollo local y regional. De este modo, se podría afirmar que es una verdadera experiencia en cuanto a Desarrollo Local se refiere, motivado por sus fuerzas endógenas, las cuales representan la articulación del trabajo y la voluntad colectiva entre el mundo público y el privado.
En relación a la experiencia de haber encontrado un socio estratégico como lo es el Estado Municipal de Pico Truncado, Juan José declara: “Yo creo que estas cosas que se hacen entre la actividad privada y el Estado demuestran cómo este último puede acompañar una idea privada, cómo a lo mejor en algún momento el Estado, si esto funciona, se puede retirar vendiendo acciones a otros productores, a otra gente; no regala la plata, vuelve a recuperar los fondos, y es realmente para realizar otras inversiones en otros proyectos. Esta es la parte positiva que veo en este acompañamiento que se hizo desde el Estado. De esta manera y a partir de estas formas de acompañar el Estado al privado, queda instalada una industria en la región”.
Los desafíos que afronta esta potencial actividad a nivel regional
Sin dudas, son varios los obstáculos con los cuales se encuentra este proyecto en el presente; entre ellos cabe destacar, que hasta el momento aún quedan tareas de monitoreo pendientes de realizar por parte del Estado, en su acción de acompañar a los privados en este fase experimental, para poder comenzar a implementar el Modelo en Silvestría de esquila atento al Plan Nacional de Manejo del Guanaco.
Por otra parte, las condiciones salariales que ofrece el modelo extractivista petrolero se presenta como un problema para el desarrollo de la actividad, a partir de la competencia de salarios.
Otra dificultad, es que aún los productores que desarrollan la explotación de ganado ovino no ven a esta actividad como una oportunidad para captar mayor renta en el mediano y largo plazo. Por otro lado, los ganaderos ven incompatibles el desarrollo de estas dos actividades paralelas: la cría de ovejas para producción de lana y la producción de fibra de guanaco, ya que consideran que ambas especies compiten por agua y alimento.
A su vez, existe un alto desconocimiento en el mercado internacional textil de las cualidades y ventajas que ofrecen estas fibras especiales; por ello se requerirá de un fuerte acompañamiento del Estado y de una gran difusión con la finalidad de poder mostrar al mundo las cualidades extraordinarias que poseen dichas fibras, únicas en sedosidad y finura con efecto picazón cero.
Estos obstáculos, se convierten en un verdadero desafío a emprender y para ello es vital que desde el Estado, tanto Nacional como Provincial, se construyan políticas públicas que promuevan y acompañen este tipo de iniciativas. El proceso ya se ha iniciado hace algunos años y el Plan de Manejo Nacional de Guanaco elaborado en el año 2006 es una gran demostración. En Santa Cruz, ya se ha realizado un censo poblacional de esta especie, y en la actualidad los actores gubernamentales y de la comunidad académica se encuentran esbozando lo que constituirá próximamente el Plan de Manejo Provincial para luego convertirse en ley. Asimismo, Mazquiarán expresa: “un productor solo no va a poder producir ningún cambio; sin embargo, si hubiese una política pública del Estado orientado hacia este sector, a mi no me cabe duda que el guanaco sería una oportunidad importante instalada en Patagonia”.
Pensar en un territorio más diversificado productivamente
La zona norte de Santa Cruz y la zona sur de Chubut poseen ventajas extraordinarias en cuanto a disponibilidad de recursos naturales no renovables y renovables. De este modo, el extractivismo petrolero se ha desarrollado por varias décadas y ha sido uno de los principales motores de crecimiento económico y poblacional. Entre esta actividad, la minería incipiente, como la que se desarrolla sobre el macizo del Deseado, y la pesca sobre el Golfo San Jorge, hacen que se genere gran cantidad de empleo y condiciones salariales superiores a las que poseen otras actividades económicas, entre ellas las agropecuarias.
Sin embargo, y si de pensar en recursos naturales renovables, “exóticos y diferenciados” se trata, también es importante considerar la disponibilidad de guanacos con las que se cuenta en el territorio provincial; de esta manera Juan José Mazquiarán, en la entrevista realizada para OBSERVADOR CENTRAL, enfatiza: “el guanaco es una oportunidad importante instalada en la Patagonia, donde este animal es de todos. En cuanto a la población mundial de este, el 95% se encuentra en Argentina; el 4% en Chile y el 1% entre Bolivia y Perú; somos los únicos países que tienen guanaco, dentro de ese 95% en Argentina, el 90% está concentrado en la Patagonia. Veo al guanaco como una alternativa muy positiva en cuanto a su fibra; este es un animal que produce carne, produce cuero…en nuestro caso (en alusión al Proyecto Guenguel y Fibras Especiales) es esquilarlo vivo para aprovechar su fibra”. De este modo, el productor nos comenta que según el censo poblacional de camélidos realizados el año pasado en la Provincia de Santa Cruz, existiría una población estimada de 1.100.000 ejemplares distribuidos en todo el territorio provincial.
En relación al escenario que le toca y le ha tocado compartir sobre este tipo de producciones poco tradicionales pero con perspectivas de futuro, en donde coexisten actividades de alta movilidad de capital y de recursos humanos, Mazquiarán manifiesta: “creo que a nosotros se nos ha presentado otro cuadro, otro mercado, apuntado mas al tema petrolero, minero. El tema es que realmente son recursos para los que la gente se va adaptando y capacitando a ese sector, y muchas veces esto que es nuestro, y que no existe prácticamente en el mundo, tenemos algunos desconocimientos porque no nos hemos profesionalizado o no le hemos dedicado el suficiente tiempo a estas cosas, pero igual hemos podido industrializarlo. Yo creo que en muchos años de estar en esto, casi 18, nosotros debemos buscar armar un joint venture con otros países que tienen experiencia textil. Las maquinas industralizadoras de hilado sobran en el mundo, hay muchos conflictos y problemas de competencia; entonces, si nosotros podemos producir la materia prima y darle un valor agregado, como el descerdado, y el resto lo podemos hacer con los que tienen la experiencia y las mejores maquinarias, estamos hablando de una prenda de excelentísima calidad y podemos apuntar a un nicho de mercado muy alto, a una gente de un poder adquisitivo muy elevado. Realmente a nosotros lo que nos interesa es que ingresen divisas al país, poder encontrar una forma sustentable de poder vivir, de que los campos vuelvan a recuperar el auge de principios del siglo pasado, donde hablar del campo, era hablar de producción”.
Enfatizando sobre las oportunidades que brinda este territorio con abundancia y diversidad de recursos naturales, Mazquiarán declara: “La Patagonia tiene estas pequeñas cosas; uno dice pequeñas, pero que en realidad son grandes. Entre la flora y la fauna tenemos una riqueza enorme; lo que pasa es que tenemos que apuntar a este sector y vemos que lo único que nos da plata es la actividad minera, la actividad petrolera…o sea las que nos da los recursos. Yo creo que los argentinos somos capaces de desarrollar estas actividades alternativas, y que si tenemos un poquito de apoyo, cosas podemos hacer”.
El principio de una actividad económica sustentable
La esquila del guanaco en silvestría, consiste en realizar la esquila del animal en su propio hábitat, en el que se desarrollaron todas sus cualidades. Manifiestan los expertos que a partir de este tipo de manejo, su variabilidad genética no estaría en riesgo, como así tampoco la dinámica poblacional de la especie.
Si bien desde el año 2006 se cuenta con un Plan Nacional para el Manejo del Guanaco, en Santa Cruz aún queda pendiente aprobar su propio Plan de Manejo definitivo, lo cual permitirá a los productores contar con el acompañamiento del Estado en las tareas vinculadas al monitoreo del desarrollo de este modelo de trabajo, ya que aún no se dispone de conocimiento y experiencia a fin de poder estandarizar un proceso. En otras provincias, eso ya se ha llevado a cabo, pero cada territorio tiene sus particularidades y aquí no es cuestión de cortar y pegar modelos que luego tiendan al fracaso, y, en definitiva, desmotiven a los productores interesados en diversificar.
Juan José pone de manifiesto durante todo el desarrollo de la entrevista, el valor cultural e histórico, que desde los ancestros al presente tiene el guanaco. Convencido de que ésta es una actividad con un fuerte potencial de desarrollo e inserción mundial, no deja de poner el valor en el principio de la sustentabilidad. De este modo, expresa: “la Patagonia sin guanacos no sería Patagonia; y si hacemos una buena difusión y demostramos que estamos protegiendo a un animal, y ese animal a su vez nos está dando a nosotros un medio de vida, en este momento en que todo el mundo trabaja sobre la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente, el NO a la desertificación, estamos con un animal precioso, el cual es un animal que en sus patas posee almohadillas plantales que cuando pisa no rompe y a su vez con su labio leporino cuando come corta el pasto no lo arranca, habrían organizaciones internacionales que nos apoyarían para conseguir los fondos y desarrollar bien esta actividad”.
Fuerte ha sido el énfasis dado por las autoridades nacionales y provinciales sobre la necesidad de conservar esta especie. Quedan pendientes aún, en la agenda del Estado, poner al servicio de la producción normas y procedimientos que permitan compatibilizar este principio con el desarrollo económico. Los planes de manejo serán, por tanto, una buena herramienta que tienda a brindar elementos para definir un marco regulatorio apropiado que permita el desarrollo local del territorio de una manera sustentable; es decir, que este recurso, el cual es natural y renovable, continúe siéndolo para las futuras generaciones.
Del Equipo Editor de Observador Central.