Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

Ángel Guernica: “JUSTICIA Y NUNCA MÁS UNA MUERTE”

ISSN 2422-7226

Los trabajadores de la salud de enfermería de Los Antiguos se encuentran en pleno estado de conmoción y de lucha ante lo inevitable: la muerte del enfermero Ángel Guernica. El enojo y la ira de sus compañeros es explicado  desde la Provincia por la situación de muerte, mientras los archivos de la memoria buscan silenciar la precariedad laboral que ni las paritarias, ni el sindicato, ni el Estado provincial pueden tapar más. Ángel ha muerto cumpliendo su deber. Paradójicamente el Ministro de Salud sigue estando allí y con un frío papel transmite sus condolencias mientras los compañeros del enfermero juntaban dinero para trasladar el féretro. Un claro ejemplo de qué se entiende por políticas públicas de salud.

(Año 2 / Edición Nro. 63 / 14 de Septiembre de 2015 / Los Antiguos).

En este mismo portal, en su Edición Nro. 59 del 17 de Agosto de 2015, mostraba el economista Martínez Llaneza la variación interanual de los gastos en salud sólo entre los años 2014-2015. Allí se evidenciaba con datos del propio Estado de Santa Cruz, que el presupuesto en salud bajó. Curiosamente, todos los ministros de salud que se han retirado del Gobierno Provincial lo han hecho por resistir la inexistencia de prioridad en la Planificación a favor de la Salud.

Con impotencia, sus compañeros del Hospital Nivel 6 de Los Antiguos recibieron la noticia de la muerte de Ángel y llovido sobre mojado, como cachetazo o “balde de agua fría”, recibieron un día después las condolencias del Ministro de Salud actual. En ese mismo momento cuando todo el cuerpo de enfermeros se encontraba realizando una colecta para el traslado del féretro a su Salta natal, el desconocimiento de la realidad de las condiciones de vida de los trabajadores de la salud se imponía una vez más con un papel formal “políticamente correcto”.

El día 10 de Septiembre de 2015 el enfermero Ángel Guernica (oriundo de Salta), como muchos otros de los 40 a 50 enfermeros que les toca salir a cubrir emergencias, se aprestó a acompañar a una paciente a la ciudad de Caleta Olivia. El clima, las condiciones técnicas, los errores humanos tal vez llenarán los expedientes judiciales para explicar que la ruta mató al joven enfermero. Sus compañeros ya no escucharán más al ingreso de cada turno “qué haces chango».

Tal vez, sólo tal vez, esta muerte y otras muchas otras que han ocurrido en la ruta podrían haber sido evitadas con una adecuada planificación de programación médica. Lamentablemente la inversión pública en salud no conoce este rubro de riesgo, ni las condiciones de precariedad con la que trabajan los enfermeros de Los Antiguos. Sí conoce a cada uno de los enfermeros, vía el juego de las idas y vueltas de los Directores de Enfermería, nombrados directamente por el Ministro de Salud y con independencia de las propias autoridades del Hospital.

Al igual que muchos hospitales de Nivel 6, cada vez que ocurre una derivación o un  traslado de emergencia o una derivación médica, los enfermeros deben cubrir esa necesidad sin médicos en las unidades médicas, y ellos sin ART. Es decir, carecen de las condiciones mínimas de reconocimiento, salubridad y riesgo; ni qué decir que en rutinas de trabajo son generalistas en todo, sin posibilidades de que se les puedan asignar tareas específicas. Para los enfermeros el Convenio Colectivo de Trabajo directamente es una utopía que ni el Sindicato, ni el Estado Provincial parecieran estar en condiciones de garantizar.

Ángel Guernica el enfermero “Amigo y compañero”  hijo y hermano

Estamos tristes todos; es la primera vez que perdemos un compañero que se supo hacer querer. Él aunque estuviera de franco, era el típico enfermero que se daba una vuelta por la guardia por si necesitábamos una ayuda. Nunca nos dijo “no puedo”, cuando necesitábamos que cubriera un turno o saliera en una derivación él siempre estaba para servir”.

Ángel no era uno más. La aflicción de sus compañeros deviene también de lo que era su personalidad. Un joven profesional de 33 años con ganas de seguir estudiando, seguir ayudando al más humilde y la meta puesta en formar una familia. La ruta, la desidia o la incapacidad de gobernar el sistema de políticas públicas de salud explicarán su muerte, pero nadie podrá explicarle a Ceferina –su madre- que en Santa Cruz la precariedad laboral  se cobró la vida de su hijo.

Es un momento de enojo por lo evitable y de aflicción colectiva de familiares y amigos que  pierden un ser querido, pierden a Ángel un hombre común lleno de sueños y de espíritu de voluntario. Ángel era el cuarto de cinco hermanos, nació el 30 de Abril de 1980. Con un profundo perfil de servir al prójimo se formó en la Cruz Roja de Salta Capital como enfermero.

La búsqueda de un futuro lo transformó en un inmigrante para ingresar como enfermero al Hospital de Los Antiguos el 1° de Marzo del 2011. Hincha del diablo de Independiente, compatibilizaba su profunda religiosidad por el amor al futbol. Ángel siempre perteneció a la Iglesia y participó en misiones en ayudar a los más necesitados en Pocitos Salta, cerca de Bolivia.

Vino a forjar un futuro para él y ayudar a su mamá Ceferina, pues hace un año también había fallecido su padre. Aquí también había encontrado el amor y la paz cristiana en la Iglesia Adventista.

Con la espiritualidad y el amor por servir al prójimo, había comenzado a soñar. Con dos trabajos en las espaldas, había proyectado formar su familia. Había logrado comprar un terreno y su primer auto. Había salido de la mina en sus días libres y de allí corría al hospital para seguir soñando con tener un perro y comenzar a disfrutar con su amor como cualquier hombre común.

En todos los países normales hay responsabilidades que cumplir. Ángel las cumplió y murió en la ruta, curiosamente sin saber que todos sus derechos eran violados por el propio Estado. En cualquier país normal este tipo de negligencias no quedan en vano. La complejidad de un sistema médico no se hace con papeles, mientras el mérito es reemplazado por la política, la muerte de un trabajador de la salud no debe quedar en la nada. Se debe hacer justicia.

El mundo seguirá su marcha y la normalidad volverá al hospital de Los Antiguos. Los restos de Ángel ya descansan en su Salta querida. El cuerpo de enfermería de toda la Zona Norte lo esperó en la ruta al paso del féretro para darle el último adiós. Caleta Olivia, Pico Truncado, Las Heras, Koluel Kaike y Perito Moreno, la saludaron al paso de su féretro y mostraron su respeto al trabajador de la salud que perdió la vida cuando asistía para que naciera otra vida.

Por el Equipo Editor de Observador Central.

Download PDF
Año - Edición -

No hay comentarios

Agregar comentario