Mucho se ha discutido en los últimos tiempos acerca de la distribución de la renta que generan las industrias extractivas. Y de este debate, más político que social, no ha quedado excluida la Provincia de Santa Cruz. De este modo y en la misma discusión provincial, se han incluido a los juegos de azar, pero ¿qué sucede que a la fecha nadie pone sobre el tapete la necesidad de que un Banco con participación estatal, no “distribuya parte de sus ganancias” en las Comunidades? como por ejemplo, ¿para generar herramientas que fomenten las economías regionales y el desarrollo emprendedor?
(Año 2/ Edición Nro. 76/ 04 de enero de 2016/ Río Gallegos).
Los bancos: “Los grandes ganadores de la última década”
Mientras el argentino medio debe sufrir aumentos constantes en los precios de sus alimentos y servicios, resultando estos como los perdedores ante el avance inflacionario, los bancos han resultado los grandes triunfadores de un sistema que les ha permitido obtener grandes dividendos con un mínimo costo.
Los bancos han dedicado su ingeniería a “bancarizar” individuos, valga la redundancia, a través de la firma de “Convenios de Haberes” con entes nacionales, provinciales, municipales y privados. Esto les permite tener una seguimiento total sobre el cliente, al cual en primer término se les ofrece una serie de productos como préstamos, tarjetas de créditos, seguros, adelantos de haberes, cajas de ahorro, cuentas corrientes, etc., para luego quedar cautivo. Incluso en caso de atraso con sus compromisos asumidos con la entidad, puede sufrir el débito automático de la acreditación de su asignación familiar o su aguinaldo. De ésta manera, las entidades financieras logran otorgar créditos a corto plazo, a importantes tasas y mínimo riesgo. Sumemos a esto los costos que pagan los clientes por el uso de cajeros, mantenimiento de cuentas corrientes y cajas de ahorro, y por la reposición de tarjetas de crédito y débito. Todo esto en desmedro de apoyar a las Pymes y a los emprendedores, a la vez que la Argentina se desindustrializa y pierde vigencia el trabajo genuino ganando terreno la bicicleta financiera.
Mientras en el resto del mundo se regulan las ganancias de los bancos, en la Argentina las entidades ni siquiera pagan impuestos por la renta financiera que generan. La falta de un plan estratégico por parte del gobierno nacional, ha llevado a que la desaceleración del crecimiento, la caída en el consumo y el impacto negativo de la inflación, la estén pagando los que “menos tienen”.
Una ley de la dictadura con mínimas modificaciones regula aun la actividad bancaria
La ley que regula toda la actividad bancaria, es la Nº 21.526 denominada de Entidades Financieras, que deja las operaciones a la consideración exclusiva de las políticas marcadas por cada una de las entidades, que conforman el sistema financiero argentino.
Dicha iniciativa fue dictada en junio de 1977 bajo el gobierno de la última dictadura militar, cuando el “mandamás económico” del país, era José Alfredo Martínez de Hoz; los gobiernos democráticos de 1983 a la fecha la modificaron parcialmente, pero dejando esencialmente el espíritu general de la misma, y que a pesar de que corren muchas iniciativas para cambiar esta situación, estas descansan en los despachos del Congreso nacional.
Ganancias récords que no se han visto retribuidas en el desarrollo de las Comunidades, entre ellos el Banco Santa Cruz S.A.
Fundado en 1958 y hoy bajo gestión del Grupo Petersen desde 1998, el Banco Santa Cruz S.A. es la entidad financiera que deviene del anterior Banco de la Provincia de Santa Cruz, que fuera administrado por el poder ejecutivo provincial, conocido como “banco de bandera de la provincia“, hasta su privatización dispuesta por el entonces Gobernador de Santa Cruz, Dr. Néstor Kirchner.
En 1995 Kirchner inició el proceso de privatización del Banco de Santa Cruz, que se encontraba intervenido desde su asunción y lo tenía como «adscripto a la intervención» al luego devenido empresario de la construcción, Lázaro Báez. Ese año, Kirchner fue reelegido gobernador y le ganó a la fórmula integrada por Rafael Flores y Ricardo Patterson.
En aquel entonces Roberto López, ex diputado radical, se convertía al kirchnerismo pasando a ser Director del privatizado Banco Santa Cruz. Actualmente López está cargo de Lotería Provincial para lo cual fue recientemente nombrado por la Gobernadora Alicia Kirchner.
EL Banco Santa Cruz S.A. junto con Banco San Juan S.A., el Nuevo Banco de Santa Fe S.A. y el Nuevo Banco de Entre Ríos S.A., conforman el Grupo Banco Santa Cruz, administrado por el Grupo Petersen, una de las empresas de la Familia Eskenazi.
Cuando se privatiza el Banco, el Gobierno de la Provincia de Santa Cruz pierde el control del funcionamiento y la rentabilidad adicional que le generaba la entidad financiera, ya que el 51% de las acciones quedaron en manos de la familia Eskenazi y el 49% en manos de la Provincia.
Para reflexionar…
Es importante destacar que aún hoy la Provincia de Santa Cruz cuenta con el 49% de las acciones del Banco, lo cual, de existir verdaderas políticas de desarrollo, esta posición estratégica podría constituirse como una herramienta fundamental para acercar alternativas de financiamiento a sectores muy importantes de las economías locales, buscando generar más trabajo, diversificación y fortalecimiento productivo.
Por otra parte, cabe destacar que este Banco no se ha constituido aún como un “banco de fomento”. Pero vale decir, y esto no es ciencia, que de existir articulación entre una política pública para el desarrollo y un régimen de fomento crediticio como “política bancaria de un banco que cuenta con participación estatal”, se podría avanzar en dar respuestas a todos aquellos emprendedores que desarrollan una actividad comercial, ejercen un oficio o tienen un pequeño negocio, y que no cumplen con los requisitos formales para acceder a créditos de otro tipo. Lo cual esto también constituye una forma de hacer negocios, pero desde la perspectiva de una economía más solidaria.
Y si nos remitirnos a indicadores públicos, podremos observar que la rentabilidad de ésta entidad bancaria ha sido extraordinaria según lo detalla el último informe del Banco Central de la República Argentina. Pero poco se habla de ella; quizás por alguna razón, solo se habla de la renta financiera de los juegos de azar, de la renta de la obra pública y de la renta minera. Entonces, cabe preguntarse: ¿por qué nadie aún ha discutido seriamente la cuestión de la renta financiera?
Por Diego Vega para Observador Central.