Naturaleza en estado puro, patrimonio histórico, y tranquilidad, son tres elementos esenciales que todo lugar tiene que tener para que sus visitantes no solo disfruten de su entorno, sino que también puedan reencontrarse con sí mismos. La Isla Pavón es uno de ellos. Es uno de esos lugares en donde uno puede respirar aire puro, sentir el silencio de la naturaleza y disfrutar de un entorno agradable y tranquilo para pensar, reflexionar o simplemente compartir con afectos. Es por eso que en ésta edición te invitamos a conocerla, y si ya fuiste, de seguro vas a querer volver…
(Año 2/ Edición Nro. 76/ 04 de Enero de 2015/ Comandante Luis Piedra Buena).
A tres kilómetros de la localidad de Comandante Luis Piedra Buena, entre el puente principal (Ruta Nacional Nro. 3) y el puente secundario sobre el Río Santa Cruz, se encuentra la Isla Pavón, la cual es la extensión de tierra más grande entre varios islotes aledaños. Rodeada por las aguas azules verdosas del Río, se ha constituido en uno de los sitios patagónicos de mayor interés por ser un patrimonio histórico y a la vez un maravilloso lugar para el esparcimiento al aire libre.
Un viaje hacia el pasado
La Isla Pavón fue descubierta por el Capitán Juan Rodríguez Serrano en el año 1520; éste había sido enviado por Magallanes con el objetivo de que realizara un reconocimiento de la costa Atlántica Austral, en donde no sólo descubriría este territorio insular sino también la boca de un río al que llamaría “Santa Cruz”.
Con el paso de los años y de los siglos, ésta Isla y sus alrededores han sido visitados por diversos navegantes de todo el mundo; tal es el caso del Capitán Fitz Roy, quien en su segundo viaje en el año 1834 al mando de la nave británica “Beagle”, junto a Charles Darwin, la denominó en su momento como “Isla del Medio”.
Sin embargo, no se puede dejar de destacar la presencia primordial del marino Luis Piedra Buena, nacido en Carmen de Patagones, quien ha utilizado dicho espacio como un punto estratégico para defender la soberanía nacional en un periodo que fue delicado en la historia de nuestro país, ya que la República de Chile en ese entonces se encontraba discutiendo los derechos argentinos sobre esa zona.
Por otro lado, la Isla Pavón se constituyó en una escala portuaria de barcos pesqueros en el Mar Argentino, así como también fue un lugar de paso para los navíos que provenían desde diversos lugares, tales como de Punta Arenas, Buenos Aires y hasta desde las Islas Malvinas, que tenían el objetivo de comercializar la tan preciada sal proveniente de una importante salina en el margen norte del Río Santa Cruz, próxima a la Isla.
De este modo, en el año 1859 el Comandante Luis Piedra Buena construye en la misma una casa y luego instala una factoría, con la finalidad de construir lazos comerciales y de trueque con los pueblos originarios de la región, los Tehuelches. Es así que el marino se constituyó en el primer poblador estable junto a su familia y en el año 1861, en homenaje a la victoria de Bartolomé Mitre en la Batalla de Pavón en Santa Fe, bautiza a la Isla con dicho nombre, para que un año después pueda elevar la bandera Argentina en el lugar, siendo el puntapié del poblamiento de una región que se encuentra a la orilla de uno de los Ríos más importantes de nuestra provincia.
Un lugar para disfrutar…
La Isla Pavón posee 2 km y 300 metros de ancho con algunas péquelas islas en sus extremos, en donde visitantes locales, aledaños y turistas lejanos podrán disfrutar de una maravillosa estadía al aire libre y en pleno contacto con la naturaleza.
Por su cercanía con el Río, se constituye en un lugar privilegiado y húmedo con numerosos espacios verdes y playas que permiten disfrutar de paseos por la ribera, así como de la sensacional vista del muelle que nos aporta una imagen panorámica del azul verdoso de las aguas del río en el que más de uno puede verse reflejado.
Para aquellos que deseen combinar su jornada con otras actividades, pueden visitar la antigua casa del Comandante, devenida en Museo, en donde se visualiza el patrimonio cultural e histórico de la localidad de Piedra Buena, así como también pueden observarse elementos de la época del pionero marino, que sin dudas lo transportarán en un viaje hacia el pasado.
La Isla Pavón es maravillosa por la variedad de ofertas naturales que ofrece, en donde los turistas y visitantes locales podrán distenderse un día, un fin de semana largo, o en la época estival, aprovechando la ribera del Río, realizando caminatas, pescando, haciendo actividad física, o simplemente una “tarde de mates” frente al río con sus colores tan puros y extraordinarios.
Asimismo, cuenta con un camping y cabañas, para que la estadía en la Isla y el contacto con la naturaleza sean completos; los visitantes podrán disfrutar y conocer la flora y la fauna autóctonas, como por ejemplo, mediante la “Estación Municipal de Piscicultura Harengus”, inaugurada el 14 de Agosto de 1992, la cual consiste en un criadero de truchas arco iris en donde pueden observarse sus distintos estadios (reproducción, crianza, siembra, etc.), así como también se puede conocer el desarrollo de los peces y adquirir conocimientos sobre el desempeño de dicha actividad.
Su naturaleza, los espacios verdes que la rodean, los colores mágicos del río que baña sus costas, su historia, que no es ni más ni menos que parte de nuestra historia Patagónica, hacen de esta Isla un lugar privilegiado para todos aquellos que deseen disfrutar en plenitud de la vida al aire libre y de la pureza de un lugar alejado de la ciudad y de los ruidos, ofreciendo el silencio de la naturaleza y el encuentro con uno mismo.
Por el Equipo Editor de Observador Central.