Año 5 / Edición XXIV / Caleta Olivia / 28-07-2020 / ISSN 2422-722
Por: Gabriela Giordano – Prof. Yoga
¿Que espero de la vida?, ¿qué estoy dispuesto a dar a cambio?. Entre el dar y recibir hablamos de dos caras de la misma moneda. Detrás de nuestras expectativas seguramente encontramos nuestros deseos escondidos, lo que anhelamos, nuestros deseos y expectativas. Nuestros sueños y lo que esperamos que seguramente, van acompañados de una acción para poder concretarlos y que no nos frustremos en el camino a ello.
Cualquier sean los desajustes emocionales que se manifiesten, al no cumplir nuestras expectativas, seguramente estarán acompañados en forma de conflicto o frustración.
Es importante tomarnos unos minutos para reflexionar acerca del curso de nuestra vida, que es lo que deseamos que es lo que queremos lograr o pretendemos concretar, y detenernos a pensar en lo que está funcionando en mi hoy, y en lo que no esta tan bien, no solo en la vida sino en los otros ámbitos, laboral, familiar, amoroso. Es una buena forma de ayudarnos a despejar el panorama y lograr abrir un poco más la visión de lo que realmente quiero hoy entre objetivos y deseos.
Podemos encontrarnos sumidos en el pasado, en la niñez y en la exigencia de patrones infantiles, demandando como niños, que nos quieran, que nos tengan presentes, que nos escuchen. Estos viejos patrones ponen de manifiesto la demanda como niños hacia un adulto para conseguir autoestima, seguridad, identidad.
Tener en cuenta que no soy el mismo que era ayer, y mucho menos el que seré mañana, que la vida es un permanente cambio y aprendizaje y que estamos todos en constante cambio y evolución.
Evita caer en la queja, en una actitud de víctima. La queja forma parte de un reclamo constante, sin poner atención en revisar que es aquello por lo que me estoy quejando. Eso que quizás se encuentre relacionado con algo que ha quedado enquistado y sin resolver en mi pasado sin satisfacer mis expectativas.
Debemos aceptar a lo largo de nuestra vida, duelos y perdidas, no solo entendiendo como la perdida de la vida de un ser querido sino también la perdida en nuestras relaciones que en muchas ocasiones no cumplirán las expectativas que esperamos. Tú eres con quien estás ahora y con quien vas a estar siempre; las personas que convergen en tu camino son temporales.
Busca un compromiso constante contigo mismo, con tu evolución, con tu crecimiento, busca el cambio, la superación, busca de cada fracaso, salir airoso y empoderado. Date la oportunidad para valorar lo importante que eres. A través de tu auto conocimiento, de la profunda conexión con tu ser, con tus deseos más íntimos, indagando qué quieres sentir, ser, tener.
Utilízalo de palanca para sellar un compromiso real y honesto contigo.
“Motívate y comprométete contigo, con lo que quieres para ti en tu vida”
Toma el liderazgo de tu vida, de tus emociones, no te quedes esperando a que algo mágico suceda, ve por ello, dirige tus expectativas a lo más alto. El poder está en ti. El compromiso a sellar es contigo. En tu interior tienes la llave que abre todo lo que esperas de la vida.
¡No lo esperes de los demás porque se te pasará la vida sin conocer cuán brillante eres!
Esto es lo que realmente funciona, llegar a este profundo auto conocimiento donde encontrar en tu interior la llave de compromiso total con tu ser. Ten en cuenta que nosotros nos generamos la motivación y el compromiso para conseguir aquello que necesitamos en nuestra vida.
“Nadie es superior, nadie es inferior, pero tampoco nadie es igual. La gente simplemente es única, incomparable. Tu eres tú, yo soy yo. Yo tengo que contribuir a tu vida potencial; tu tienes que contribuir a mi propio ser; tu tienes que descubrir tu propio ser» – Osho.