Año 5 / Edición XXII / Caleta Olivia / 19-07-2020 / ISSN 2422-722
Por: Gabriela Giordano – Prof. Yoga
La Mente el cuerpo y el espíritu están íntimamente ligados, por lo tanto, como individuos que somos debemos proporcionar alimento a todos los aspectos del ser, para sentir esa sensación de estar en plenitud y el sentimiento de estar totalmente vivos.
¿Qué es el Yoga?
El Yoga es un arte ciencia, filosofía de vida. Integra los tres planos del ser, cuerpo, mente y espíritu, siendo su meta el Samadhi, un estado de felicidad y armonía, desarrolla además su educación espiritual. Yoga es educación espiritual.
¿Qué es la Espiritualidad?
La espiritualidad es nuestra conexión desde lo más profundo y verdadero del ser (Espíritu) y de todas las formas con todo lo demás y más allá de nosotros mismos y el resto del universo o a alguna energía superior.
A menudo nuestra alimentación está profundamente ligada con esa sensación de alimentarnos para llenar ese vacío existencial, la falta de propósito, con una sensación de ir a la deriva, sintiendo una profunda desconexión de uno mismo y de la gente que nos rodea, y ese individualismo, aislándonos inconscientemente del resto de los seres humanos.
Podríamos tomar la espiritualidad como una herramienta, una ayuda para poder ir reconectándonos poco a poco con nuestro profundo ser y con el resto de nuestro entorno y las personas que nos rodean y adquirir mayor sabiduría y compasión, y así desarrollar poco a poco y satisfacer esa necesidad de «hambre existencial» que nos devora.
Si puedes conectar con la parte más profunda y autentica de quien eres realmente, y reconectar con el sentido del Yo podrás ver que todo pasa por algo más del conflicto con la comida y nuestro cuerpo, y la existencia.
La espiritualidad nos ofrece formar una estrecha conexión con nuestra esencia y nuestros verdaderos valores y a poder detectar si estamos en el camino correcto y si es lo que realmente elegimos y queremos, o estamos simplemente buscando una imagen corporal, el éxito en una sociedad, los logros; y si es realmente la vida carente que queremos vivir, esperando ser aprobados por una sociedad vacía.
La Espiritualidad nos reorienta a lo verdaderamente importante, y nos brinda una valiosa herramienta para hacer frente a esa sensación de vacío, y a esa angustia existencial que tanto se relacionan con la alimentación y con llenarlo de una manera errónea, con control del cuerpo, sexo, compras compulsivas; generando esa sensación de más vacío.
Podemos buscar nuestra paz interior, aceptarnos tal cual somos, sin juzgarnos, sin compadecernos, y haciéndole frente a esa angustia existencial orientándonos a distintas prácticas como la meditación, las terapias alternativas, Reiki, Tai Chi, conectar con la naturaleza, practicar Yoga, el arte, los libros de autoayuda o la música, y tantas otras alternativas, dejando de lado nuestra necesidad de control y perfección, para ir fomentando en nosotros la mirada compasiva, la fe, gratitud, confianza, aceptación, el no juicio, poniendo de manifiesto nuestra verdadera esencia y dejando a un lado nuestro ego, que nos conduce a un camino de insatisfacción que nunca termina.
Busca ese sentido de identidad y un verdadero propósito en la Espiritualidad, cultiva dentro de ti esa sensación de encontrarte en tu verdadera casa, y en tu propia existencia, de que ya eres maravilloso y autosuficiente tal y como eres, suelta la exigencia hacia ti mismo, vive el día a día simplemente en tu presente, conecta con la gratitud, suelta el ego, recuerda nutrir tu alma y tu espíritu, confía en ti mismo. Libérate. Busca la mejor versión de ti mismo día a día, para ti y para mejorar a los que te rodean y al mundo entero.
«Escucha a tu ser. Te está dando continuamente pistas. Es una voz quieta, pequeña. No te grita, y si callas un poco empezarás a sentir tu camino» – Osho.