Sin duda, el arte de combinar sonido, puede tocarnos el alma, y sin saberlo, potencializar todos nuestros sentido y emocionarnos a tal punto, que ninguna otra cosa puede hacerlo. Además ya no existen dudas que las melodías, conjugadas o no en una partitura, son un idioma universal que permite comunicarnos con seres de distintas lenguas, y entendernos con seres de distintos lugares del planeta
Así lo entienden Liliana, Pedro y Jésica, profesores que llevan adelante el proyecto provincial de Orquestas Infanto Juveniles en Puerto Deseado. Ellos estuvieron presentes y participando de manera activa, en la conformación y concreción de la Orquesta desde sus inicios. Observador Central, pudo conversar con los protagonistas y conocer la historia de este noble proyecto que involucra a niños y jóvenes de la localidad.
¿Liliana comentanos cómo surge la Orquesta infanto juvenil de los barrios en puerto Deseado?
Surge hace un tiempo atrás aproximadamente hace 2 años, con una idea de formar una orquesta, con todo un trabajo primero previo y de campo para relevar como lo desarrollábamos, con la participación de profesores y chicos que pudieran ser parte del proyecto. Se involucraron profesores, docentes y no docentes, pero que tuvieron la intención de viajar a Río Gallegos para perfeccionarse, mucho trabajo de hormiga antes de que se pueda desarrollar. En la actualidad, somos parte de un equipo de trabajo junto a Pedro Barría y Jesica Pérez, desde los inicios pusimos todo de nuestro esfuerzo para que este proyecto se hiciera realidad en Puerto Deseado. Perfeccionamientos individuales en diferentes instrumentos, contrabajo, violoncello, violín.
¿Quién los acompañó en la vida del proyecto?
Desde un principio, siempre nos acompañó el coordinador de Orquestas Infanto Juveniles de la Provincia, Mariano Mosso, el conservatorio y el Consejo Provincial de Educación. En la Comunidad tuvimos que posicionar la idea, para que aquellas personas que pudieran acompañarnos pudieran entender bien nuestro propósito, en principio firmamos un convenio, que pudo lograrse en un cierto porcentaje, falta aún construir más pero sabemos bien a donde queremos llegar y seguiremos trabajando en ese sentido.
¿Pedro cuántos niños-adolescentes son parte de este proyecto?
Hoy el proyecto cuenta con alrededor de 50 chicos, desde los 7 años hasta los 18-19 años. Tratamos de que los chicos más pequeños ingresen en una edad donde puedan manipular bien los instrumentos. Habitualmente los más pequeños inician con Liliana, manipulando la flauta dulce. Los requisitos son: estar en edad escolar, muchas ganas de estudiar y practicar, para que puedan notar resultados en su aprendizaje. Las clases se organizan en una hora de instrumento, una hora de lenguaje musical y una hora de ensamble, en la que todos tocan una elemento musical. Los instrumentos han sido facilitados por el Consejo Provincial de Educación, Mariano Mosso y el conservatorio, son las entidades que siempre apuntalan todo esto, además de los padres con la Cooperativa que se ha formado y la comunidad escolar de la Escuela N°66.
¿Nos podrías detallar los objetivos del la Orquesta Infanto Juvenil con los lineamientos de ustedes como Profesores liderando la vida del proyecto?
El objetivo principal del proyecto es contener a los chicos y que a su vez ellos puedan transitar la música, desde un lugar que sea accesible, con todos los elementos que sean necesarios para que pueda evolucionar musicalmente. Ellos acompañan y vivencian la razón de ser del proyecto, ellos nos acompañan activamente, dentro de un grupo de trabajo armónico. Si llegan a ser profesionales en lo que hagan y verdaderamente les gusta, mucho mejor. Hay chicos de todas las edades, de todos los colegios, Polimodal, EGB, establecimientos privados y públicos. Aquí tienen la posibilidad de hacerse de nuevos amigos, de diferentes edades, con diferentes realidades y caminos recorridos.
¿Cuáles son las actividades de la Orquesta para este año?
El objetivo principal es hacer un cierre de año con un concierto en el que todos puedan participar, mostrar lo que han aprendido, convocar a referentes del pueblo, músicos que puedan aportar a la orquesta, acompañar algún artista, algún cuerpo de baile, eso sería fantástico. Un buen cierre de año con un concierto grande, que podamos trabajar todos en conjunto. A lo largo del año tenemos muchas presentaciones, que van surgiendo como invitaciones de la comunidad. Nosotros también tenemos mucho tiempo para ensayar, para estar preparados para poder brindarnos a la comunidad.
¿Existe la vinculación de la Orquesta con la Comunidad de Puerto Deseado?
La vinculación es muy activa, siempre tocamos en todos lados, en escuelas, Municipio, siempre tocamos en todos los lugares a los cuales somos invitados. Nos presentamos en todas las escuelas a visitar los chicos y tocar para todos los alumnos. Nuestro objetivo también es la integración con la Comunidad de Puerto Deseado. Planificamos el calendario y tenemos que cerciorarnos de que los lugares en los cuales toquemos tengan las condiciones mínimas para poder entregar un buen espectáculo, que contribuya a la totalidad de la orquesta. No queremos parecer una isla, queremos que la música clásica y orquestal llegue a toda la comunidad, que este estilo de música que parece académica pero no lo es, se integre a manifestaciones sociales y musicales.
¿Cómo se desarrolló el proceso de vinculación de la Orquesta a la Comunidad?
En un principio fue algo muy nuevo, y un cambio en algunas estructuras mentales, al principio los chicos no se animaban a venir. Ahora los chicos lo toman de otra manera, les gusta escuchar la música. Los padres todos los días se acercan, preguntan, participan de manera activa.
¿Los chicos participan de encuentros o viajan a mostrarse en otros lados?
Si, Mariano Mosso organiza encuentros y capacitaciones. Se hacen cierres de año y en Puerto Deseado se están analizando posibilidades para recibir la visita de otras orquestas. En un futuro, a través de la música orquestal ellos se están capacitando, y a través de mesas examinadoras pueden recibir la titulación de tecnicatura en música en el centro Conservatorio de Río Gallegos.
¿De qué manera impacto en sus vidas personales y profesionales la Orquesta Infanto Juvenil?
Te cambia la vida, te cambia la mentalidad, en tu forma de ver las cosas, todo tiene otra mirada es un regocijo total. A ser solidarios, por el hecho de compartir todos nuestros conocimientos, creo que estábamos acostumbrados a enseñar lo que sabíamos pero aquí tenemos la posibilidad de enseñar a chicos que vienen con ganas de aprender, de hacer música y que tienen una inclinación musical. Sorprende que con tan poco se pueda hacer tanto en los chicos. Ellos se sienten parte de esta orquesta tan armónica, se escuchan entre ellos y la verdad te emociona. La idea es que todos toquen en la orquesta, y que cada uno sepa que tiene su espacio importante en la armonía de lo que generan. Que un chico enseñe a otro lo que él aprendió, eso muestra también la solidaridad de cada uno, trabajan en equipo y saben que cada uno es una pieza fundamental.. Nosotros de los chicos recibimos mucho cariño, y la perseverancia de ellos en el proyecto es lo que nos alienta a continuar en esto, en sus caras, en sus sonrisas, en querer continuar, en sus esfuerzos, en el trabajo y compromiso cotidiano y terminan comprometiéndose con esto.
¿Qué representa la música en sus vidas?
La música es un motor en nuestras vidas, es una manera de vivir. Te ayuda a ser buenas personas, te hace crecer, compartir día a día con otros compañeros proyectos en común, estas contribuyendo de alguna manera con la humanidad, saber lo que le pasa al otro también es importante, generar espacios en donde los chicos puedan crecer como personas, abrirse a un mundo nuevo y transitar caminos diversos.
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