Es de público conocimiento que sobre el Río Santa Cruz se comenzarán a construir dos Represas Hidroeléctricas denominadas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner; donde se prevé que Piedrabuena y Puerto Santa Cruz se encuentran entre las localidades de mayor impacto. En ambas comunidades es donde el autor concentra la mirada para comenzar a reflexionar acerca de ¿Cómo son percibidos los impactos propios de los Proyectos a Gran Escala en la educación secundaria de estas comunidades y el lugar que ésta ocupa para el desarrollo local?
(Año 1 / Edición Nro. 51 / 22 de junio de 2015 / Caleta Olivia).
Esperanzas y controversias de Proyectos de Represas en la región [1]
Respecto a los antecedentes regionales y mundiales de Proyectos Transnacionales a Gran Escala como los de Represas, ya han sido tratados y analizados en ediciones anteriores de este mismo portal de información [2]. Sin embargo, no queremos dejar de remarcar que un antecedente inmediato de Proyectos a Gran Escala de Represas en nuestro país fue el que se llevó a cabo en Yacyretá.
Específicamente, el antropólogo Lins Ribeiro ha realizado una exhaustiva investigación, a partir de la cual afirma que este tipo de proyectos solamente hablan en nombre del desarrollo pero que no necesariamente producen tales beneficios para los actores locales, más bien responden a una forma de producción ligada a la expansión económica del capitalismo global que al desarrollo local-regional del área impactada [3].
Para el caso de Piedrabuena y Puerto Santa Cruz, la percepción de actores claves de distintos ámbitos (política, educación, ciudadanos), a la hora de analizar los posibles impactos por Proyectos de Represas nos muestra que: en primer lugar, el optimismo está ligado al crecimiento económico en términos de ampliación de oportunidades laborales, como así también en la dinámica de los flujos del capital económico a partir de los sueldos elevados.
Sin embargo, también se evidencia la existencia de resistencias en cuanto a lo ambiental (sobre todo en el espacio de las redes sociales cibernéticas); y en cuanto a la insuficiencia en los recursos (sobre todo infraestructurales) con que cada comunidad cuenta para la recepción adecuada de la población migrante.
La situación de la juventud y la educación secundaria
El sociólogo estadounidense Richard Sennet [4] (2006) menciona una serie de características de la cultura del nuevo capitalismo, algunas de las cuales son: baja lealtad y debilitamiento del conocimiento institucional; la identidad no está relacionada a ningún lugar ni a una confianza informal entre trabajadores; las habilidades de los sujetos deben adaptarse a condiciones que suponen incertidumbre.
En el caso particular de la situación juvenil, se produce potencialmente en los jóvenes adolescentes un fenómeno que Carina Kaplan [5] denomina (a partir de lo que sostiene Sennet) “corrosión del carácter”. Es decir, las posibilidades de proyectarse a futuro en los jóvenes se ven dificultadas dado que éstos no encuentran donde aferrarse, un futuro visible y estable, la protección de un Estado sólido y un mercado de trabajo incluyente; esta situación “[…] genera una sensación de impotencia y una destrucción de las defensas psicológicas asociada a una desorganización generalizada de la conducta y de la subjetividad [y por lo tanto] tienen efectos en el plano de los comportamientos –agresión, violencia, desinterés escolar, delincuencia, desintegración social-.” (Kaplan, 2005; pp. 107).
En este punto cabría preguntarse ¿qué importancia ocupa la educación y la formación de las nuevas generaciones para el desarrollo local dentro de las concepciones dominantes de las comunidades impactadas por proyectos de repesas?, ¿de qué manera pueden las políticas públicas ayudar a mitigar los impactos que las condiciones estructurales del capitalismo global generan sobre la construcción de subjetividad en los jóvenes?
En Piedrabuena y Puerto Santa Cruz, la situación de la juventud encuentra discursos encontrados desde el sector político en lo que respecta al mundo del trabajo: hay quienes sostienen que es necesario definir políticas públicas para que los jóvenes no tengan como única opción el ámbito del Estado Municipal. Sin embargo, nos encontramos con autoridades locales que sostienen que las orientaciones del Nivel Secundario (cuyo proceso de redefinición fue reciente [6]), deben articularse con la oferta de empleo dominante, es decir, con la administración pública. Asimismo, y también vinculado al futuro laboral de la juventud, desde los decisores en materia educativa de Zona Centro, sostienen que la creación de Escuelas Técnicas va a favorecer la formación de recursos humanos especializados para atender las necesidades de las Represas.
Cuando analizamos el discurso de los rectores de los establecimientos educativos secundarios, estos ponen en evidencia que las políticas públicas que permiten trabajar a los 17 años o bien no necesitar de estudios secundarios para “entrar” en la municipalidad, entran en contradicción con la educación secundaria obligatoria que declara la Ley de Educación Nacional 26.206.
Asimismo, hay un aparente alejamiento de los padres en cuanto al acompañamiento de las trayectorias educativas de los jóvenes, dado que es cada vez más frecuente encontrar a los hermanos mayores haciendo de tutores de los estudiantes. Por otro lado, y en cuanto al ambiente escolar que se vive en el día a día, se percibe una sensación de desmotivación por parte de los estudiantes y de los docentes.
En los docentes la desmotivación, pareciera estar vinculada a la tensión entre la formación que han tenido y las demandas que reciben en la escuela, relacionadas con adicciones, suicidios, violencia, etc. En los estudiantes, ellos sienten que a la escuela “no van a nada”. Actores calificados nos informan que en este contexto el sistema de acreditación pasa a ser ficticio, en tanto no representa la formación integral que debería legitimar. Sin embargo, las instituciones llevan adelante una serie de acciones tendientes a mejorar la trayectoria educativa de los estudiantes, principalmente focalizados en su preparación para la educación superior, algunos de estos espacios son talleres de orientación vocacional y talleres de exámenes finales.
En este escenario ¿Qué lugar se le está dando a la Educación Secundaria como espacio de construcción de subjetividades juveniles que puedan materializarse en proyectos emancipatorios?; los cambios que se están realizando en la educación secundaria en Piedrabuena y Puerto Santa Cruz a propósito de los Proyectos de Represas ¿contribuyen a formar a las nuevas generaciones para que éstas sean las protagonistas del desarrollo local, o para que adquieran las competencias necesarias según los parámetros de los modos de producción de las empresas transnacionales?
Repensando el lugar de la educación secundaria
La escuela sigue un espacio de construcción social de sentidos y de inclusión en el mundo social. En términos de Sergio Rascovan [7] (2005), para los jóvenes escolarizados, inclusión social es sinónimo de pertenencia a una institución educativa. De manera que no trabajar o no estudiar es quedar fuera del sistema que regula los intercambios sociales.
De acuerdo a lo anterior, se considera poco probable que los jóvenes tengan expectativas de quedar excluidos. De tal manera, las representaciones sociales sobre el futuro estarán ligadas a las formas de inclusión propias de las sociedades modernas, es decir, al mundo del trabajo y de las instituciones educativas. Pero, ¿qué lugar se le asigna a la educación secundaria en la planificación de los proyectos por represas?; ¿qué tan incluyente pueden resultar para la juventud el mundo del trabajo y las instituciones educativas, cuando las políticas públicas no logran articular estos dos espacios en función del potencial desarrollador que poseen para las comunidades locales?
Lo cierto es que hay una necesidad imperante de lograr acuerdos mínimos acerca del sentido de la educación secundaria para la juventud, a partir de que esta pueda constituirse realmente en un espacio de inclusión social y cultural para las generaciones actuales y venideras, donde se brinden herramientas que permitan leer el mundo, reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos y entender los procesos que abren o clausuran oportunidades.
Mauro Guzmán – Colaboración Especial para Observador Central
Alumno avanzado del Profesorado en Ciencias de la Educación.
Becario de investigación del ITET (Instituto de Trabajo Economía y Territorio). Universidad Nacional de la Patagonia Austral– Unidad Académica Caleta Olivia
[1] Lo que se expone son algunos resultados de las entrevistas llevadas a cabo como parte del trabajo de campo realizado en el marco de su Investigación “Subjetividades educativas en Jóvenes próximos a egresar de la Secundaria en Puerto Santa Cruz y Piedra Buena ante la potencial ejecución de Proyectos de Represas en el Río Santa Cruz” (2014). ITET. UNPA-UACO
[2] Se recomienda al lector ver Palma Godoy (2014) “Represas en Santa Cruz: La necesidad de responsabilidad social” http://www.observadorcentral.com.ar/especializadas/responsabilidad-social/represas-en-santa-cruz-la-necesidad-de-responsabilidad-social/
[3] Lins ribeiro, G (1999) “Capitalismo transnacional y política hidroenergética en la Argentina: La Represa de Yacyretá”. Editorial Universitaria de Misiones. Argentina
[4] Sennet, R (2006) “La cultura del nuevo capitalismo”. Editorial Anagrama
[5] Kaplan, C (2005) “Subjetividad y educación: ¿Quiénes son los adolescentes y jóvenes, hoy?”. En Krichesky, M (Comp.) Adolescentes e inclusión educativa: Un derecho en cuestión. Ediciones Novedades Educativas: Bs. As.
[6] Para ampliar la mirada acerca de este proceso en nuestra región, se recomienda leer el artículo de Magadan Natalia “El cambio de orientaciones de enseñanza medio. ¿Nuevas formas, viejos problemas de la agenda de Santa Cruz?” (http://www.observadorcentral.com.ar/especializadas/educacion-conocimiento/el-cambio-de-orientaciones-en-el-nivel-de-ensenanza-medio-nuevas-formas-viejos-problemas-en-la-agenda-de-santa-cruz/ )
[7] Rascovan, S. (2005) “Orientación vocacional. Una perspectiva crítica”. PAIDOS: Bs. As