La ciudad de Caleta Olivia ha dado a la provincia de Santa Cruz una generación de dirigentes sociales que, como el Profesor Pedro Muñoz, conoce los intersticios y las luchas sociales que se han protagonizado desde el campo educativo. El Líder docente nació en Caleta Olivia, egresó del Colegio Secundario “Leopoldo Lugones” y se profesionalizó como Profesor de Historia en la UFPA (Universidad Federal de la Patagonia Austral) que luego se nacionalizara como UNPA (Universidad Nacional de la Patagonia Austral) Junto a su tarea profesional, la vocación por la defensa de los derechos docentes se instaló en su vida y desde la militancia gremial ha participado como vocal en la esfera privada y ha tenido el más alto honor de ser un dirigente social; elegido por tres periodos consecutivos como Secretario General de A.DO.SA.C.
(Año 1 /Edición Nro. 18 /03 de Noviembre 2014/Provincia de Santa Cruz) Hoy ha vuelto a ser elegido como Vocal del sistema educativo público, y desde su lectura de la realidad presente nos brinda su tesis que enfatiza en la ausencia de una política educativa como proyecto histórico. Su voz se amplifica para realizar una lectura crítica de las 10 Tesis que publicáramos el 15 de Septiembre y se potencia con un estilo respetuoso hacia el que piensa diferente.
¿Cuál es su reflexión frente al documento 10 tesis mínimas para debatir la educación en Santa Cruz? ¿Qué te sugiere?
Independientemente de coincidir o no en algunos de los planteos expresados, considero importante el espacio de debate que abre cada uno de los puntos tratados y que nos interpela ya sea en nuestra condición de docentes, de actores de la educación sobre el presente y futuro de la Educación en Santa Cruz. En este sentido, considero que cada temática se encuentra íntimamente atravesada por el gran eje vinculante que es precisamente la Política Educativa de Santa Cruz, y en este punto clara y empíricamente está comprobado que no existió, o en todo caso que fue absolutamente errática sin responder a las demandas reales de la provincia, adoptando sin discusión la bajada de línea de nivel nacional, primero con la Ley Federal (nuestra jurisdicción fue una de las primeras en implementarla en toda su dimensión) y luego con la Ley Nacional. En ambos casos, los docentes como tales asistimos como convidados de piedra a los «corte y pega» adaptados a la provincia, sin debatir si tal o cual medida, si tal o cual plan respondía a las necesidades de nuestro sistema, a la formación de alumnos capaces de transformar y no adaptarse al modelo imperante. Hago esta reflexión, puesto que esta impronta debe partir de arriba: si los mismos actores políticos y técnicos que responden al modelo político imperante desde hace más de 25 años se adaptaron y defendieron una Ley Neoliberal como la Ley Federal para luego mutar en la «progresista» Ley Nacional renegando de todo aquello que impulsaron en los ‘90, no se puede esperar que en la escuela se potencie la idea de transformar e impulsar políticas referidas a contrarrestar por ejemplo la hegemonía económica y laboral que imponen las transnacionales como se ha señalado en una de las tesis mínimas.
En su experiencia personal – de haber tenido responsabilidad histórica en la política pública provincial- ¿podría enunciar aspectos estratégicos y no considerados en el documento de referencia que merezcan ser recuperados y puesto en valor para la educación del presente y del futuro?
Indudablemente y siendo consecuente con lo antes planteado, no comparto el escaso margen de independencia que tienen las jurisdicciones para abordar y enfocar una línea educativa en relación directa a las necesidades de la provincia. Todo viene en bajada del Consejo Federal, y es muy difícil apartarse de sus exigencias puesto que la jurisdicción quedaría al margen del reconocimiento de planes de estudios, certificaciones. Por citar un ejemplo, las orientaciones de los secundarios están atadas a los modelos propuestos desde Nación, con escasas posibilidades de impulsar una orientación enfocada directamente a alguna necesidad de la provincia. Tampoco veo que exista intención de impulsar una decisión como ésta. Seguramente esto tiene que ver con el modelo de provincia que quisiéramos proyectar de acá a 20 ó 30 años, que debe ser tomado como política de Estado, más allá de los gobierno de turno, y sin las mezquindades políticas que cotidianamente se ven. Es un gran desafío que como sociedad podríamos buscar a través de consensos, no de imposiciones de lo contrario están condenadas al fracaso, como ocurrió con la Ley Federal («una ley para cien años» que finalmente duró 10), o este «cambio» de modelo educativo de la noche a la mañana, desarticulado e improvisado.
¿Cuál es su lectura política de la actual política educativa del Estado de Santa Cruz?
Una política educativa del ESTADO, debiera sostenerse en el tiempo sin importar quien conduce, puesto que precisamente es del ESTADO y no de un gobierno. Esto no existe en Santa Cruz. Desde hace años el sistema se sostiene con medidas políticas muchas de ellas preparadas a destiempo, desconectadas con lo que pasa en la escuela y que en la mayoría de los casos genera enorme tensión, porque no son discutidas con quienes conviven en la escuela, esto es con los padres, docentes y alumnos. Ejemplo: las permanentes resoluciones que se emiten a fin de año para revertir los índices de repitencia: que pasan de año con dos espacios, luego con cuatro, que pueden rendir de nuevo, etc.. No se ha garantizado en este tiempo las mínimas condiciones para el desarrollo normal de clases, faltan insumos mínimos, incluso boletines; no ha habido control de la obra pública de edificios escolares y en el mantenimiento de los mismos. Es inadmisible escuchar de propios funcionarios que los edificios construidos en los últimos 15 años, son los que mayores problemas tienen. ¿De quién era la responsabilidad de controlar esa inversión sino del propio gobierno? Lamentablemente se ha agudizado y profundizado el deterioro del sistema educativo provincial.
… Y, ¿Del movimiento de los trabajadores Docentes?
En este contexto de imposición, el movimiento de trabajadores docentes tuvo que recuperar todos los espacios a través de lucha, ya sea para recuperar derechos laborales, imponer el marco de negociación paritaria a partir del 2007, ya sea para debatir temas como los concursos, suspendidos arbitrariamente desde hacía 20 años en la provincia, hablando de la 6ta.tesis . En este punto, quiero contraponer a lo expresado en la 7ma tesis. Es real que la discusión salarial acapara la atención mediática y tiene más difusión este tipo de noticias o los conflictos generados por este motivo, pero el gremio permanentemente se ha involucrado en la agenda educativa, en los debates. Basta con recordar las disputas con respecto al modelo educativo de la Ley Federal o en la actual, con la falta de articulación de contenidos, con el hecho que a nuestro entender esta «reforma» a la fecha solo ha implicado en la realidad un cambio de matrícula y nada más que eso, el debate con respecto a la estructura curricular marcan el interés al respecto. En cuanto a la formación, y aun considerando que debe ser brindada fundamentalmente por el Estado de manera gratuita, y en servicio, desde A.DO.SA.C. (Asociación Docentes de Santa Cruz) se ha creado un Centro de Estudio e Investigaciones e impulsa la formación docente a través de cursos, seminarios, congresos educativos
Teniendo en cuenta la relación histórica entre actores privados, sistema educativo y comunidad educativa, ¿Qué “ideas fuerza” considera podrían ayudar a re pensar una relación que permita no ir detrás de la agenda de los problemas del aparato productivo, sino anticipar las economías del futuro y con una formación que permita una inclusión crítica y transformadora de los sujetos en el mercado de trabajo y en los espacios socio-productivos?
¿Hacia dónde vamos a ir como provincia, cual es la proyección pensada y planificada de aquí a 40, 50 años ? ¿Vamos a seguir sosteniendo una economía fundamentalmente monoproductiva, sujeta a las decisiones del gobierno nacional y las operadoras, con escasísimo control económico y de explotación del recurso del cual supuestamente somos «dueños» hasta lo que dé? O ¿Se va a impulsar el desarrollo de otras potencialidades como los recursos hídricos, el control del agua potable en una etapa dónde se presume como vital para los próximos años? igualmente con las energías alternativas y la recuperación y expansión de la tierra cultivable. De ser así ¿Cómo y quién va a regular su desarrollo? ¿Qué rol le vamos a dar al Estado en ese sentido? Seguramente no quisiéramos el rol que hoy tiene y que tan bien se explicita especialmente en la 2da. Tesis. Sólo a partir de esta definición política de ESTADO, debemos abocarnos a preparar el sistema educativo para potenciar este objetivo. Para ello, es necesario e imperioso exigir AUTONOMIA EDUCATIVA para la formación en nuestras instituciones provinciales de alumnos que puedan insertarse en ese modelo definido, decidido y planificado por la provincia, con un amplio debate de la comunidad porque necesariamente debe tomarlo como propio y ser parte real de su elaboración. Trastocar el orden imperante en dónde el privado impone condiciones sobre el Estado, porque si no se va, y nadie puede producir, es un objetivo importante a modificar en esta relación.
¿Qué piensa de la relación entre las ofertas de las Universidades con presencia en el territorio de Santa Cruz, las necesidades del aparato productivo y las generaciones que se están formando hoy y que deberán ser responsables de conducir el desarrollo económico, social y político del futuro?
Considero que si bien algunas de ellas tienen implicancia directa en el aparato productivo actual, debo decir que lamentablemente no están planificadas y proyectados para impulsar otro modelo productivo, digo esto viendo a los alumnos como futuros profesiones formadores y agentes de cambio. La falta de un plan estratégico de gobierno limita esta posibilidad puesto que existe una mirada a corto plazo, en la mayoría de las veces respondiendo a cuestiones coyunturales o a los fines políticos inmediatos.
Cualquier otra consideración de manera libre, será bienvenida
Considero que el debate sobre la educación que queremos es vital para el desarrollo de la provincia, pero el mismo no debe ser cercenado por el gobierno, como ha ocurrido en los últimos 20 años, en los cuales se pretendió imponer el discurso único. Eso le ha hecho mucho daño al espacio educativo, donde precisamente se debiera potenciar lo contrario: la apertura democrática, el disenso, los acuerdos, el debate. Se intentó vaciar a la escuela en este sentido y se cerró la posibilidad de participación de actores importantes como los padres, los alumnos. La familia se fue desconectando de la escuela, y el sistema político favoreció con este tipo de acciones esta ruptura de relaciones, al igual que lo ocurrido con los docentes. Fue necesario una enorme conflictividad para que estas voces empiecen a ser escuchadas y aun así, todavía cuesta. De hecho, muchos debates en torno a problemas como edificios escolares, presupuesto, currícula, insumos, repitencia, inscripciones, deserción escolar, terminan dándose en medios como estos, más que en los espacios que supuestamente están habilitados a esos fines.
Del Editor, Observador Central