Año 5 / Edición XVII / Caleta Olivia / 8-06-2020 / ISSN 2422-7226
La Pandemia nos plantea un desafío bastante importante a todos como sociedad y también nos enfrentamos a dos cuestiones en las cuales pensar y reflexionar. ¿Estarán allí aquellos lazos sociales que dejamos en pausa con esta realidad pandémica, o simplemente seguiremos inmersos en nuestra caverna, en nuestra cotidianidad?.
Por: Hugo Sánchez – Prof. Ciencias de la Educación
Escribir este pequeño articulo me fue una propuesta por demás ambiciosa y rica, no solo desde el tema central del cual versará, sino porque invita a parafrasear, utilizando el juego de palabras, la icónica metáfora del filoso Griego Platón acerca de “La Alegoría de la Caverna”.
Así como en aquella Grecia clásica erudita y de grandes pensamientos metafísicos y racionales que invitó al gran filósofo a inspirarse en las conductas de los individuos de su época para teorizar que es salir de la caverna, entendiendo a esta como aquella en donde los sujetos son capaces de poder mirar con sus propios ojos, escuchar con sus propios oídos la verdadera realidad, lejos de sombras engañosas, confusas, pero que sin embargo, para que esto sea posible dependería de la “valentía” de cada sujeto salir del yugo del engaño de esas copias imperfectas de la verdad.
Actualmente y dando voz al filósofo argentino contemporáneo Dario Sztajnszrajber quien entiende que salir de la caverna hoy es “despojarse de aquella cotidianidad que das por supuesta”. Analizando cada una de sus palabras con todo el contexto actual hasta parece premonitorio. Es que, la pandemia por la que atraviesa gran parte de las naciones del mundo vino (aunque no sin dolor, muerte y desolación) para poner en jaque aquella cotidianidad a la que estábamos acostumbrados y puso en evidencias muchas realidades sociales, económicas, sanitarias sin que mucho de los países que considerábamos potencias mundiales pudieran salir airosos de este “enemigo invisible” como es el coronavirus.
En un mundo donde lo cotidiano parecería la panacea para ignorar lo realmente importante, donde los abrazos eran tomados como algo sin importancia, los lazos cada vez se desdibujaban al pasar de los días. Hoy entendemos la fuerza que tienen los abrazos y aunque parezca una ironía, actualmente se convirtieron en armas peligrosas y extrañamos esos detalles simples de nuestra cultura latinoamericana, argentina.
Al principio del escrito hablaba de jugar con aquella metáfora platónica adecuando el escrito a los tiempos actuales en nuestro país con una realidad distinta a aquella Grecia clásica pero que sin embargo comparten y se unen en una característica principal, la misma se la entiende como salir de manera permanente de la cotidianidad, de esa caverna platónica. Así como en el titulo se menciona el “¿salir de la cuarentena?», creo que nos plantea un desafío bastante importante a todos como sociedad y también nos enfrentamos a dos cuestiones en las cuales pensar y reflexionar. Por un lado, cuando salgamos de la cuarentena, ¿estarán allí aquellos lazos sociales que dejamos en pausa con esta realidad pandémica?, ¿valoraremos aquellos abrazos, aquellos besos a quienes amamos o simplemente seguiremos inmersos en nuestra caverna, en nuestra cotidianidad?. ¿Seremos capaces de mirar con nuestros propios ojos, de escuchar con nuestros propios oídos aquella verdadera realidad teniendo en cuenta que los medios de comunicación masivo solo nos generan miedo y desazón?. ¿La educación se tornará como la principal herramienta de revolución y de emancipación para despertarnos del eterno autoengaño de lo que creemos importante?.
Siguiendo al filósofo argentino Sztajnszrajber, salir de la cuarentena entendiéndola en términos de Nietzsche como acercarse al extraño y no al prójimo, al próximo, al propio provocando de este modo un acontecimiento revolucionario que nos alimente, nos complete como individuos pero a la vez nos solidarice con aquel que entiendo tiene mis mismos derechos que yo, a los parecidos pero diferentes.