(Año 4/ Santa Cruz/ 19-05-2019/ ISSN 2422-7226)
El uso de energías alternativas para disminuir costos y a la vez cuidar el medio ambiente es uno de los objetivos en los que se viene trabajando desde distintos ámbitos. Así como muchos barrios cerrados impulsan el uso de paneles solares o la reutilización del agua de lluvia, en la Patagonia van por más: proyectan un emprendimiento que generará energía eólica.
El emprendimiento KoiKosten se desarrollará en un predio de 5.000 hectáreas y tendrá costa sobre el Lago Viedma y vistas al cerro Fitz Roy y al Glaciar Viedma, donde no llega la energía tradicional, no hay luz eléctrica, ni gas.
Los lotes del desarrolló serán 300, todos con vistas al lago y sus superficies que rondarán entre los 3 y 4 mil metros cuadrados. Pero lo novedoso es que cada terreno tendrá una vivienda eólica de 150 a 300 metros cuadrados. Los emprendedores aseguran que habrá entre dos y tres modelos para elegir, todos provistos con el sistema de autogeneración eólica. «El propietario podrá seleccionar el modelo en base a sus prioridades, es decir, la cantidad de energía a generar, la funcionalidad o el diseño de la vivienda», explican.
“El 60 por ciento de nuestro territorio tiene vientos ideales para la generación de energía eólica, sobre todo en la Patagonia. Tenemos ese enorme privilegio pero no lo estamos aprovechando. El viento está ahí y es gratis, sólo se trata de atraparlo y hacerlo nuestro”, sostiene Carlos Manuelides, empresario patagónico que se asoció con la firma Tango Winds para desarrollar este primer barrio alimentado, exclusivamente, con energía eólica generada por la propia urbanización.
“En zonas de vientos adecuados, como es el caso de Santa Cruz, una vivienda provista con esta tecnología puede producir hasta cinco veces la energía que necesita. Estamos hablando de una propiedad que se autoabastece con holgura y que, además, puede vender lo que le sobra para cubrir necesidades vecinas o destinarlo a otras actividades que también requieren energía. Con este sistema de generación, buscamos que sea el propietario quien tenga la llave del negocio de la energía”, agrega.
El barrio se desarrollará en dos etapas. En la primera se proyecta construir viviendas con un perfil de fin de semana o de vacaciones. En una segunda instancia se prevé el desarrollo de viviendas de residencia permanente y un área donde se puedan desarrollar actividades productivas e industriales provistas con la energía que ahí se genere.
En cuanto al diseño de las casas, el dispositivo generador se ubicará en la parte superior, porque en altura hay mejor calidad de vientos. Tendrán forma circular por una cuestión aerodinámica. A pesar de este formato podrán tener una o dos plantas en función de lo que elija cada propietario. En su interior mantendrá el esquema de las casas tradicionales.
La idea es que el emprendimiento sea la punta de lanza para desarrollar la zona, que si bien cuenta con acceso por ruta pavimentada, hoy no tiene otra forma de proveerse energía eléctrica. “Por eso la importancia de desarrollarlo con esta tecnología de autogeneración, que lo convierte en una urbanización sustentable, la primera totalmente asistida por energía eólica”, agrega el desarrollador.
Proyecto. Aún no se están comercializando los terrenos. Se estima que las ventas, con sistema llave en mano, se iniciarán en 2020.
El precio de un lote más la casa se estima que arrancará en los US$ 180.000 y el valor final dependerá del modelo de vivienda que se elija, como así también de la ubicación y superficie del terreno. Los desarrolladores están evaluando ofrecer algún tipo de financiación.
En el emprendimiento aún no hay parcelas a la venta. Se estima que comenzará a comercializarse, a través del sistema llave en mano, aproximadamente dentro de un año y medio.
“Más que el desarrollo de un barrio, lo que buscamos es crear un nuevo ámbito de competitividad, porque proyectamos no sólo un destino residencial en un paraíso de la naturaleza, sino también la posibilidad de que la gente pueda vivir y trabajar en un lugar soñado, generando su propia energía y asegurándose ingresos adicionales por la venta de excedentes, siempre en el marco de un ecosistema que le garantiza calidad de vida”, asegura Manuelides.
El empresario también se refiere al impacto social, económico y medio ambiental que tendrá el emprendimiento: “Además de las ventajas que van a obtener los propietarios, en términos de competitividad y ahorro, tenemos en cuenta también los beneficios que se van a generar en lo que refiere a mano de obra y desarrollo de proveedores, ya que la tecnología es nacional y sus distintas aplicaciones pueden realizarse íntegramente en nuestro país”.
Aerodinámicas. Arriba, las construcciones tendrán forma cilíndrica para permitir el funcionamiento del dispositivo eólico.
Además, agrega que “a esto hay que al efecto que produciría el emprendimiento habría que sumarle la posible creación de emprendimientos productivos e industriales que podrán proveerse de energía a valores muy bajos y así obtener una buena rentabilidad y contribuir al desarrollo económico de la zona. Todo esto se va a poder lograr, además, a través de una fuente de energía limpia y sustentable”.
KoiKosten no es el único proyecto de los desarrolladores. La firma que maneja Manuelides desea replicar esta tipología con los mismos criterios de sustentabilidad en otras zonas de Santa Cruz como Lago Argentino, Lago Buenos Aires, Lago Strobel y Lago Posadas.
Fuente: Diario Clarín