Año 7 - Edición semanal - ISSN 2422-7226

“Campaña del langostino 2015: Sustentabilidad versus Renta” 

ISSN 2422-7226

El Consejo Federal Pesquero autorizó días atrás a que se inicie el día 27 de este mes la prospección en aguas nacionales de la especie langostino con el objeto de considerar la apertura del caladero para que buques comerciales den inicio a la campaña langostinera 2015 a principios del mes de junio. Hasta aquí lo conocido…  

(Año 1 / Edición Nro. 46 / 18 de Mayo de 2015 /Puerto Deseado).

El Acta Nro.17/2015 del Consejo Federal Pesquero, ¿Y que se infiere de la 16/2015?

En el Acta Nro. 17/ 2015 (14/05/2015) este organismo manifiesta su autorización para que se lleve adelante la prospección de langostino en aguas nacionales dentro del área de veda para la protección de la merluza común (juveniles), por un plazo de nueve días a partir de la fecha indicada, en el área comprendida entre los paralelos 45° y 47° de latitud Sur, entre la longitud 62º 00’ W y el límite de la jurisdicción provincial.

Hasta aquí lo dicho es algo que genera fuertes expectativas en los distintos sectores vinculados a la pesca y las Comunidades de influencia pesquera. Pero, ¿qué es lo que está inquietando y preocupando al sector?

En nuestra edición Nro. 41 Titulada “Quien gana y quien pierde con la pesca en Puerto Deseado”, advertíamos como preocupación del sector (empresarios y trabajadores) que la dinámica y rentabilidad pesquera de este año podría estar alterada por varios factores, entre ellos por un incremento en el esfuerzo pesquero del langostino.

En estos últimos días la preocupación empezó a agravarse tras una solicitud de informes que realizara el representante de la Provincia de Santa Cruz y de Buenos Aires (ver detalles en Acta Nro. 16/2015 del CFP, http://www.cfp.gob.ar/). Esto hace suponer al empresariado que los pronósticos se estarían cumpliendo.

Fuentes confiables nos indican, que ya se habría autorizado a un buque de una importante empresa del sector con más de 40 metros de eslora a operar en el caladero y otros cuatro se sumarian en los próximos días, por lo cual la preocupación ya comienza a materializarse.

¿Qué pasa Puerto Deseado que estas silencioso? ó ¿Estas silenciado?

Una presunta calma parece imperar en Puerto Deseado. Todos han coincidido en que la temporada potera no ha sido buena ni para los empresarios ni para la Comunidad en general. Hasta el mes pasado los medios de comunicación informábamos situaciones de conflictividad en donde el Estado Provincial intentaba mediar entre los conflictos “naturales” y aquellos propiamente “emulados”. ¿Pero qué pasará en esta ocasión con la campaña del langostino?, ¿Hay nuevos factores que incidirán positiva o negativamente en el bienestar de Puerto Deseado?

Hasta el mes pasado los sectores populares exigían “responsabilidad social empresaria” para que buques poteros y tangoneros descarguen en muelle local, y afirmábamos en este medio que un nuevo escenario superaría a las declaraciones públicas: los costos de las zafras del calamar y del langostino. En ese marco, Harold Bark confeccionaba actas de cuatro renglones para que las empresas manifiesten su intensión de descargar en muelle local para evitar un próximo conflicto a pesar de sus problemas de rentabilidad.

Este escenario tenía y tiene en la actualidad a los sectores empresarios demandando reducción en las retenciones a la exportación, con apoyo de operadores que dicen ser empresarios en la comunidad, los sectores laborales demandando incrementos salariales, tal es el caso del STIA que intenta negociar un incremento del 45%, los capitanes un incremento salarial del 28%, el SOMU otro 28% mas una nueva base de cálculo para la determinación del SAC.

¿Pero entrarán los barcos tangoneros o no a Puerto Deseado? Hasta el momento todo indicaría que habría trabajo garantizado durante los dos primeros meses de campaña,  no por gestión propia, sino por abundancia de recurso y porque la operatoria en el caso de empresas chicas está asegurada en la localidad por una cuestión de disponibilidad de recursos logísticos que hacen a la operatoria ¿Pero qué sucederá cuando el recurso comience a migrar al norte? ó ¿Cuáles serán las decisiones que tomarán empresas como Argenova y Conarpesa que disponen del grueso de la flota tangonera y que controlan la actividad pesquera? Es aquí donde se plantea la disyuntiva. Sin lugar a dudas, Puerto Madryn gozará de las mieles de una buena temporada de langostino, y Puerto Deseado podría verse beneficiada ante el colapso en la disponibilidad de muelle en aquella ciudad portuaria.

Pero, a todo esto no debe olvidarse la situación de crisis económica del sector, lo cual habrá que ver como impactará en las economías regionales. En este escenario de costos y de baja rentabilidad, aún nadie demuestra estar interesado en reducir sus tasas de ganancias en este escenario de precios internacionales bajos y de incrementos en los factores de producción.

El escenario puede ser positivo para Puerto Deseado, pero esto dependerá de que a puertos como Puerto Madryn o Mar del Plata tengan problemas de operatividad o de disponibilidad; no por cuestiones de competitividad propia.

Una preocupación compartida: El incremento del esfuerzo pesquero

 Incrementar el esfuerzo pesquero del langostino, desde la perspectiva de los trabajadores, supone reducir a futuro sus posibilidades de trabajo y de crecimiento económico; y desde la perspectiva de los empresarios pesqueros con asiento local que ese esfuerzo obviamente genera un problema de sustentabilidad ambiental que incidirá en la rentabilidad del sector. Esta medida provocaría que la temporada se acorte, lo cual incidirá directamente en la ecuación económica empresaria y en las de las familias de trabajadores vinculados a la pesca.

Pero en esta cuestión de “Sustentabilidad versus Renta”, aún los sectores de la pesca siguen sin discutir una política pesquera que atienda la cuestión económica del empresariado, la cuestión social de las Comunidades de influencia pesquera y no menor la cuestión ambiental que nos incluye a todos. Seguimos discutiendo la renta, de empresarios y de trabajadores, pero no el manejo sustentable de un recurso del cual vivimos muchas familias en esta pujante ciudad.

Por BLANCA MONTES para OBSERVADOR CENTRAL

 

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