Año 5 / Edición XII / Caleta Olivia / 04-05-2020 / ISSN 2422-7226
Neuquén y Chubut tienen los pozos con la mejor productividad y desempeño, que pueden cubrir la demanda reducida de petróleo para energía y combustibles en el contexto de la cuarentena ante la pandemia del nuevo coronavirus.
Con miles de trabajadores en sus casas ante la fuerte baja de la actividad y las productoras tratando de no colapsar los sistemas de almacenamiento, el petróleo atraviesa momentos decisivos. Una vez que termine el aislamiento social, habrá que acomodar la industria y esperar que los mercados tengan claridad sobre lo que ocurrirá con la demanda en lo que reste del año.
En la Argentina, la industria hidrocarburífera fue considerada una actividad esencial, con trabajo solo con guardias mínimas. A la espera de definiciones sobre el precio sostén y las retenciones (móviles o cero), hay una serie de áreas que se pondrán al hombro la continuidad de la producción de crudo para no desabastecer al país de energía y combustibles.
Cerro Dragón es el potente yacimiento de petróleo convencional del país. Ubicado en Chubut, provincia que comparte la Cuenca del Golfo San Jorge con Santa Cruz, aportó en marzo 82 mil barriles por día. Pan American Energy sostiene la producción en su gigante petrolero: apenas una disminución del 2% interanual.
Más lejos, en el terreno del shale oil, está Loma Campana. El área de YPF es emblemática para este segmento y todo un centro de aprendizaje en Vaca Muerta. Su éxito se lo debe a la migración hacia pozos horizontales, que optimizan y mejoran la productividad. Marzo lo cerró con 45 mil barriles por día, un 11% más interanual.
La contracción del mercado interno y la falta de almacenamiento tienen un impacto en este área de shale oil, donde YPF pretende recortar a la mitad del ritmo de producción y pasar a 25 mil barriles diarios. Las definiciones respecto de este yacimiento influirán en el terreno político, puesto que afectarán el nivel de ingresos que recibe la provincia de Neuquén. Todo un motor de los no convencionales.
La tercera área de mayor producción está a cargo de YPF y ubicada en Chubut. Manantiales Behr aporta 21 mil barriles por día. En esta zona, la empresa controlada por el Estado nacional invirtió en un plan de desarrollo de recuperación mejorada o “terciaria”, para lo que instaló plantas de polímeros en un ambicioso proyecto.
Vaca Muerta tiene además a Bandurria Sur, Cruz de Lorena y Bajada del Palo Oeste.
Bandurria Sur fue la noticia más importante dela formación a principios de año, cuando se confirmó que Schlumberger dejaba de ser socia de YPF y ponía en venta su parte. Shell y Equinor, la gigante estatal noruega, decidieron comprar ese 49% por 355 millones de dólares. La producción total de esta área fue de 10.878 bdp en marzo de 2020, un crecimiento del 67% interanual.
Cruz de Lorena es el proyecto que Shell pasó a desarrollo masivo. La compañía angloholandesa llevó el área a los 2700 barriles por día, cuando hace un año arrojaba 1700. Tanto en esta área como en Sierras Blancas, la compañía tiene asociación con GyP.
Bajada del Palo Oeste es otra área que explica el crecimiento de Neuquén en marzo. Este proyecto de Vista Oil & Gas, la compañía fundada por Miguel Galuccio, es el segundo productor de shale oil en Vaca Muerta y donde se producen 6300 bdp, con los datos de marzo, que significan un 136% más que hace un año.
Como ya informó +e, este récord de la provincia con el petróleo es porque la industria trabaja a largo plazo: pozos conectados en la previa del DNU 566 empezaron a dar muestras de éxito en febrero y marzo.
Marzo parcialmente y abril por completo son meses que están atravesados por la crisis que provocaron la guerra de precios y la pandemia del nuevo coronavirus, con todos los yacimientos e instalaciones petroleras trabajando con guardias mínimas.
Si a este contexto se le suma que las etapas de fractura pasaron a cero a lo largo de abril, es de estimar que muchos de estos proyectos activaron el freno de mano en su producción. Loma Campana, por ejemplo, aplica una reducción del 50%, y el resto también empieza a disminuir el bombeo por la falta de demanda ante la pandemia.
Tierra del Fuego y el sur de la provincia de Santa Cruz comparten la Cuenca Austral, una zona productora importante para el abastecimiento de gas natural. Además de su tradicional producción offshore, el lado santacruceño aporta investigaciones en formaciones de tight gas para indagar en el potencial de áreas subexploradas.
Si bien el petróleo no es su fuerte, la compañía independiente Roch tenía allí los dos pozos más productivos del país en Tierra del Fuego, en el yacimiento San Martín y ambos con objetivo en la formación Springhill. Por la pandemia y las medidas de prevención ante el nuevo coronavirus, la compañía canceló varias actividades en el yacimiento y esto incluyó un recorte en el bombeo de petróleo crudo en esas perforaciones récord. En marzo, el pozo más productivo del país estaba en la neuquina Loma Campana.
Las áreas más productivas de la Cuenca Austral son la denominada Cuenca Marina Austral 1 y la Magallanes, ambas con una producción promedio de 5200 barriles por día, según los datos de marzo de este año publicados por la Secretaría de Energía de la Nación. Esta zona productora del sur del país tiene una actividad de 16.600 barriles diarios de petróleo.
La Cuenca Cuyana, que ocupa buena parte de la provincia de Mendoza, supera a la Austral al producir 22.500 barriles por día. El área Barrancas tiene un promedio de 7900 barriles diarios.
Fuente: Mas Energía