La bella Patagonia Austral es reconocida mundialmente por sus grandes potenciales turísticos y paisajísticos… glaciares en el fin del mundo, lagos majestuosos, ríos de colores interminables, arte rupestre como patrimonio de la humanidad, mesetas con indescifrables misterios, cordillera, montañas para escalar y mar para degustar…así como una flora y fauna de resplandeciente riqueza. Aun así, desde la soledad de un paisaje, por muchos inexplorado, la Patagonia posee como tesoro sitios ocultos que para los lugareños locales poseen un gran valor. Tal es el caso del Monte Zeballos, un lugar que esconde aún grandes secretos entre sus senderos y bosques por descubrir y miradores por subir.
(Año 2 / Edición Nro. 70 / 09 de Noviembre de 2015 / Los Antiguos). Existen lugares tan alejados de los grandes centros poblados con una naturaleza en muchos casos aún inexplorada, que cuando uno descubre esos caminos pareciera estar fuera de este mundo. Sin lugares lujosos para ir a comer, sin hoteles para descansar, esos lugares se vuelven con el paso del tiempo en lugares de incomparable valor familiar y social para la búsqueda de silencios interminables, de momentos a sentir y hasta de secretos para compartir. Lugares que a veces se encuentran tan cerca y tan lejos, que quizás hasta hoy, nunca nos dimos un permitido de ir a conocer esos fines de semana que necesitábamos de un poco de “aire nuevo”.
En cercanías a la localidad de Los Antiguos, al noroeste de la provincia de Santa Cruz con un lugar de privilegio en la Comarca del Lago Buenos Aires, hay una ruta que lleva a uno de esos lugares. Distante a unos 50 km. por tramo de ripio, el visitante puede transitar un hermoso itinerario que se interna en el bosque andino-patagónico y que es conocido como la “Ruta a Monte Zeballos”.
El punto de salida se constituye en el Mirador del Río Jeinimeni, a 2 km del centro, desde allí la ruta 41 permite arribar al paso Fronterizo del Río Roballos. Este camino se enmarca entre las últimas estribaciones de la Meseta del Lago Buenos Aires, al este y la Cordillera de los Andes, al oeste. Uno de sus puntos panorámicas se ubica a 22 km. del recorrido donde aparece un punto panorámico natural y siguiendo unos pocos kilómetros, se encuentra la formación geológica conocida como “Toscas Bayas” que se forma a partir de paredones de roca sedimentaria.
«Toscas Bayas» – Ruta 41 a Monte Zeballos
A través de esta Ruta, se llega en muy poco tiempo hasta el Monte Zeballos, una montaña de origen volcánico ubicada en plena Cordillera de los Andes, según diversas fuentes posee unos 2748 metros sobre el nivel del mar. El origen de su nombre se lo debe al Fundador del Instituto Geográfico Argentino, Estanislao Zeballos. Otra de las características relevantes es que de sus amplias laderas nacen los ríos Zeballos y río Los Antiguos ambos afluentes del Lago Buenos Aires/General Carrera. Como así también da origen al río Pinturas, afluente del río Deseado.
Las características del lugar, permite al visitante internarse en sectores de naturaleza virgen: el original bosque andino de nothofagus, pasando por formaciones de rocas donde el paisaje cambia abruptamente de la estepa al bosque de lengas y ñires el lugar perfecto para caminar, ya que es muy poco explorado. Pero se encuentran muchas áreas que han sufrido modificaciones por la extracción de madera, sin haber previsto la repoblación de especies.
Paisaje Ruta 41 – Ruta al «Monte Zeballos»
El paisaje se completa con arroyos de deshielo, lagunas con avifauna y ríos ideales para la pesca deportiva (trucha marrón, salmones, etc.). El río Zeballos es reconocido como un lugar de buena pesca, especialmente en el área del Puente Nuevo (a 1,5 km río arriba y 1 km río abajo).
Miradores naturales y una fauna por descubrir: guanacos, choiques, una población pequeña de huemules, zorros, pumas, pájaros carpinteros entre las especies a destacar.
Es una zona con una gran potencialidad en actividades turísticas: montañismo con diferentes dificultades, caminatas, bicicleta de montaña, contemplación y fotografía. Se destacan dos caminatas de mediada dificultad. Ambas se inician en el puesto de la frontera: en primer lugar la Cáscada del Río Zeballos (3 km) se realiza siguiendo el intrincado curso del río, con un importante paisaje y en segundo lugar, Monte Zeballos (6km) siguiendo las sendas naturales rodeadas de bosque y arroyos de deshielo, de aguas puras y cristalinas.
Río Los Antiguos – Monte Zeballos
Siguiendo el recorrido se pueden visitar varias estancias dedicadas a la producción de lana y luego se llega a un paisaje natural que se asemejar al lunar, por las formaciones de piedra semejantes a unos “cucuruchos” que invitan a sus lugareños a hacer trekking recorriendo estos conos de piedra erosionados por el paso del viento.
Lejos de las comodidades de las grandes urbes, el Monte Zeballos es un lugar emblemático para los pobladores de las localidades más cercanas, allí suelen compartirse fiestas de fin de año, asados en buena compañía, cabalgatas por lugares inexplorados, caminatas interminables y campamentos para toda la familia y los más jóvenes. Es que lejos de ser un lugar con actividades programadas, el monte es un lugar mágico, lleno de historias dónde los más conocedores de sus recovecos exploran año a año con el único objetivo de reencontrarse con ellos mismos, explorando su interior en noches de verano que invitan a gozar de la sensación de simplemente sentarse sobre la meseta dueña de esa inmensidad a la luz de las estrellas para pedir algún deseo.
Por el Equipo Editor de Observador Central.
