Año 7 / Edición XLIII / Santa Cruz / 18-10-2021 / ISSN 2422-7226
Por Camila Rosado del Equipo Editor del Observador Central
El medio ambiente y el veganismo son algunas de las cuestiones que conciernen a los jóvenes hoy en día, sin embargo, se trata de dos hechos que se relacionan entre sí.
Con el pasar de los años, los jóvenes se han ido interesando y preocupando por el medio ambiente. Hechos como el cambio climático han concernido a los millennials y la generación Z o centennials, los cuales implementan cambios en sus estilos de vida con el fin de aportar su grano de arena y cuidar el planeta.
La nueva generación tiene en cuenta aspectos como el reciclaje, el uso de productos reutilizables, la separación de la basura, entre otras acciones; como también se cargan al hombro las distintas luchas de activismo ambiental, como el pedido por una Ley de Humedales, o combatir en contra de los acuerdos porcinos con China. Sin embargo, hay una acción que sobresale: el veganismo −y también el vegetarianismo como paso previo− como principal aporte al cuidado del medio ambiente.
El sector ganadero es considerado como uno de los responsables de la emisión de los gases de efecto invernadero −un fenómeno en donde la energía solar proveniente de la Tierra no puede volver al espacio−, lo que implica un aumento en la temperatura, reducción de la superficie de los glaciares, disminución de recursos hídricos, entre otras consecuencias. Por lo tanto, llevar una estilo de vida vegano ayudaría a disminuir la huella de carbono, es decir, la cantidad de emisiones de este gas.
A la razón más conocida por la cual una persona se convierte en vegano, la de no consumir carne y alimentos derivados de los animales por el sufrimiento y explotación de estos mismos, se le suma y complementa la de optar por eliminar el consumo para cuidar el medio ambiente y frenar la crisis climática. Asimismo, existe la elección por motivos de salud, pero en menor medida.
Este estilo de vida y de lucha no aplica solo a la alimentación, esencial en la vida de cualquier ser humano, sino también a otros aspectos de la vida cotidiana, como lo es la ropa y la vestimenta. Las personas veganas utilizan algodón, lino, poliéster, pieles sintéticas y otros materiales sintéticos; y evitan el uso de pieles, cuero, lana y seda. También optan por consumir productos cruelty free o libres de crueldad animal. En la cosmética, como por ejemplo el maquillaje, se busca que el producto no contenga ningún ingrediente de origen animal y que no haya sido testado en animales.
Esta tendencia al veganismo también ha sido tomada en cuenta por los restaurantes y algunas cadenas de comida rápida, las cuales han comenzado a ofrecer distintos platos y recetas vegetarianas/veganas. Asimismo, son más las marcas que han comenzado a evitar el testeo en animales y a preocuparse por el impacto ambiental. Por otro lado, la cantidad de productos a base de plantas ha aumentado y se ha diversificado en dietéticas y supermercados.
El veganismo ha llegado para quedarse y para cambiar la manera de ver la vida y el planeta. Con el pasar del tiempo, serán aún más los jóvenes que deciden transformar su estilo de vida y centrarse en la lucha por el cuidado del medio ambiente.