Año 5 / Edición XIX / Caleta Olivia / 28-06-2020 / ISSN 2422-7226
Por: Gabriela Giordano – Prof. Yoga
Desde el comienzo de la cuarentena, nuestra vida cambio totalmente, poniéndonos a todos en un nuevo lugar, cambiando hábitos y rutinas, dándonos un giro de 180 grados en nuestras vidas.
Que mejor oportunidad para estar agradecido de vivir una experiencia diferente, tomando lo positivo de la misma, para dedicarnos a nosotros mismos, deteniéndonos un instante aprovechando la posibilidad de mirarnos, de vernos sin juzgar sin ser severos con nosotros mismos, sin ponernos en jueces y verdugos, para amarnos tal cual somos, aceptándonos compasivamente. Es este el momento en donde el cambio en nuestras vidas puede ser muy significativo, y quizás el renacimiento de un maravilloso encuentro con nosotros mismos.
Es una maravillosa oportunidad para conectar nuevamente con uno, con la actividad física, y que mejor que con Yoga. Esta práctica te da la oportunidad de mejorar tu estado físico, mental, emocional, espiritual y energético. Lograr relajar, a la vez que se estiliza el cuerpo, mejorar la postura no solo del cuerpo, sino ante la vida misma, mejorar el estado de ánimo, calmar las emociones, algo tan importante en este tiempo en el que vivimos en una incertidumbre constante, y las preocupaciones están presentes a diario.
El Yoga aporta desde hace miles de años enormes beneficios para la salud de la humanidad, no sobre el individuo en sí mismo, sino en conjunto para toda la sociedad. Volviéndonos más compasivos, más pacientes, con un sentido más solidario, más empáticos, comprensivos, se adquiere tranquilidad, paz mental, más armonía, nuestros problemas dejan de ser tormentosos, ya que con la práctica podemos lograr una mirada diferente sobre ellos, gracias a la práctica de la auto observancia. Aprendemos a escuchar nuestro cuerpo, calmar la mente y el espíritu al conectar con nuestro propio maestro interior.
También aporta innumerables beneficios en nuestra vida, desde mejorar nuestro estado de salud en general, mejorar una dolencia física específica, hasta hacer que podamos ver y conectar con la parte emocional que trae esa dolencia, entre otras cosas, el estado de ánimo se modifica luego de una práctica, generando otros efectos en la vida, tomándonos la vida con más calma y tranquilidad, compasivamente, aprendiendo a controlar los estados de ansiedad, los enojos, a nivelar la energía, enseña a conocerse, a encontrarse a uno mismo.
Yoga no es ser espiritual, no es religión, no es ser flexible, no es pararse de cabeza, Yoga es un proceso individual, de cada uno, y debemos transitarlo en la medida en que el cuerpo nos lo permita, sin forzar, a mis tiempos y a mi ritmo. Aprendemos a estar en estado meditativo, a contemplar. Mejoramos la forma de respirar, al encontrar innumerables beneficios en una correcta respiración. Nuestro estado general mejora, músculos, articulaciones, huesos, órganos, circula más fluida y oxigenada la sangre, por lo tanto, mejora la piel, el cabello, las uñas, los órganos vitales, la presión arterial, el corazón. Mejora nuestros ciclos del sueño, mejora los procesos digestivos. Además, se logran los beneficios comunes a otras actividades físicas con la práctica de las Asanas (Posturas).
Para comenzar con tu práctica, no necesitas tener experiencia. Puedes comenzar a cualquier edad. Hay muchos estilos de Yoga desde los más relajantes hasta los más atléticos, tener en cuenta que siempre debemos tomar conciencia de nuestros propios límites. Ambientar un lugar que nos resulte agradable, sin muchas distracciones, colocar un mat o colchoneta, poner aromas y una música tranquila, sin calzado, utilizar ropa cómoda, no muy holgada. Evitar ingerir alimentos una hora antes de tu práctica, para que la energía sea puesta totalmente en el Yoga y no en la digestión.
En este tiempo en el que vivimos preocupados y con la carga negativa generada por los diferentes estados mentales encontramos en el Yoga una manera de armonizar nuestros distintos estadios emocionales dándole el permiso a esta actividad a que eleve nuestra frecuencia vibratoria y fortalezca nuestro sistema inmunológico, nos ayude a conectar con el presente, a aquietar la mente, y a relajarnos.
Hoy nos encontramos con esta maravillosa actividad en innumerables clases y tutoriales virtuales, retomando las actividades presenciales paulatinamente, con todas las medidas de higiene. Te invito a formar parte de este maravilloso mundo, no necesitas experiencia previa, al tomar la clase por primera vez notaras la mejoría inmediata. La práctica consiente del Yoga genera un profundo respeto por uno mismo, por el entorno y por el otro. En donde podemos lograr un ambiente más armónico, haciendo de la practica un hábito saludable.
«La felicidad es tu naturaleza, no es un error desearla. El error es buscarla afuera, cuando yace en tu interior» – Ramana Maharshi