Dicen los que saben, que las elecciones se definen finalmente en el cuarto oscuro, pero también se dice que esos resultados se preparan con ingeniería electoral previa, con marketing político, con figuras fuertes que traccionen, con pruebas de buena gestión, con liderazgos carismáticos, con militancia puerta a puerta pero, sobre todo, con dinero. Todos estos atributos se ponen en juego en Santa Cruz en general y en el norte de Santa Cruz en particular. Basta con examinar el padrón de votantes y el lector se dará cuenta que por primera vez en la historia las elecciones pueden llegar a definirse en Zona Norte.¿Qué ha hecho el líder radical para tabicar a sus adversarios?, he aquí algunas claves del escenario electoral que debe poner en alerta al Frente para la Victoria y al Justicialismo.
(Año 2/ Edición Nro. 53/ 06 de Julio de 2015/ Provincia de Santa Cruz). Eduardo Costa, es un empresario que ha logrado colocar a su grupo económico en los primeros puestos del ranking de las empresas más importantes de la Argentina. Es también el líder Radical, que por tercera vez, aspira llegar a la Gobernación de Santa Cruz. Y al parecer tiene un solo inconveniente que resolver: debe ganarle las elecciones nada menos que a la alianza entre el PJ y el FPV, la cual en suma constituye la principal fuerza política en nuestra provincia.
El FPV representa también a nivel nacional, la fuerza política más unificada detrás de la memoria simbólica de Néstor Kirchner y cuyo poder actual ejerce su propia esposa Cristina Fernández de Kirchner. Por si no fuera mucho, o poco, en el escenario provincial se encuentra el “heredero” Máximo Kirchner. Más aún todavía, todo indica que, hasta el momento, su competidora será la actual Ministra de Desarrollo Social de la Nación, referente del movimiento Kolina y hermana del expresidente, la Dra. Alicia Kirchner, quien esta semana realizará su primera acción explícita de campaña en Santa Cruz.
Este radical logró en cada comunidad de Santa Cruz, que las diferentes vertientes radicales, las peronistas que no adscriben a Daniel Peralta, a Alicia Kirchner, a Máximo Kirchner y los independientes; más los de Encuentro Ciudadano, los Partido FE y los del Massismo se unan en su frente electoral. En definitiva, aquí en la provincia de los “K” Costa logró juntar a Macri, a Massa, al radicalismo y al peronismo disidente. Sólo la izquierda, que realiza su propio proceso histórico, le sería disfuncional para alcanzar la unificación total de las fuerzas opositoras al modelo inaugurado por Néstor Kirchner.
Todo indicaría que, por fin la Ingeniería electoral que se organiza en la Ley de Lemas será utilizada por el radicalismo en toda su plenitud. Lejos queda ese discurso “principesco” de quedarse en la crítica de dicha Ley, en su análisis, en esperar que se sacara, en no participar por considerarla tramposa. Hoy, en cada comunidad de Zona Norte, esa es la herramienta que impone el Frente para la Victoria y con ella se va a disputar el poder local y provincial.
Ya no es más excusa la Ley de Lemas para explicar por qué perdían elecciones tras elecciones los radicales, ahora se animan a ocupar los Comités y a aceptar alianzas. En este sentido, dicen algunos “hasta se animan a sacarse los pelos de los ‘gorilas’ locales que cerraban el partido y las posibilidades de alianzas”. Hoy se apropian de las tácticas y estrategias que identificaron al peronismo y se ponen al servicio para ir apropiándose de territorios para alcanzar la conquista electoral. Costa, como lo hiciera Kirchner en algún momento, UTILIZA la Ley de Lemas a pleno y convoca al Justicialismo a sumarse; tal como Néstor convocaba radicales a lo largo y a lo ancho del país.
Por otro lado, pareciera ser que los que vivieron el estigma del daño que provocó el Gobierno de Fernando de la Rúa en las militancias adscriptas al radicalismo, culminó. Los radicales de Zona Norte parecen en muchos casos haber despertado de un letargo que adormeció los músculos de la participación democrática y de la propia militancia radical. Eduardo Costa, nos guste o no, leer o escucharlo, ya logró convertir a los “no comprometidos en política”; aquellos que en un café discutían la “necesidad del cambio” en militantes del “cambio”. Más que ser profesos del radicalismo de Irigoyen, Eduardo Costa logró convencerlos y hoy estos son los que llevan a la ciudadanía desde sus lugares (comercios, sindicatos, gremios) la propuesta de “Unión para vivir mejor”.
Así resultó que mientras el peronismo y el FPV se escudaban en gremios de sectores productivos, Eduardo Costa utiliza la alianza de empresarios, comerciantes, sindicalistas descuidados y olvidados por el Gobierno. De este modo, nos guste o no, la estrategia de descalificación no ha rendido sus frutos. Los argumentos del Justicialismo Provincial, representados en los discursos mediáticos del gobernador Daniel Peralta, basaban la descalificación del líder radical en su carácter de empresario y en que quería al Gobierno para hacer negocios; asimismo, también descalificaban la influencia de su esposa en la política por su estilo filoso de denunciar como herramienta de la política.
Más en bambalinas, se hablaba que su modo es más Macri que popular, que este es un patrimonio estrictamente peronista. Pero Costa con su tarea de caminar las calles y entrar a los hogares, parece que demostró que se podía utilizar la estrategia peronista que muchos de estos habían abandonado a cambio de convertirse en empresario, mientras el empresario se convertía en líder de los peronistas que no se identificaban con el modelo de las fuerzas políticas dominantes.
Hoy, Daniel Peralta pretende que su Vicegobernador sea un empresario y es vox populi el impacto de que su Ministra de Desarrollo Social fuera la responsable de la descomposición del Justicialismo, lo cual esto le ha implicado la pérdida de una importante cuota de legitimidad y poder interno. La más reciente desautorización política y afrenta personal, del riñón duro del Frente para la Victoria, lo ha dejado en una posición que refleja pérdida de poder político, intención de voto. Ahora solo pude acompañar con lo que le quede de caudal de votos a quien manda en Santa Cruz hoy. Su ausencia en el acto de inauguración del Ateneo debe ser leído en la reapertura de la fisura con el Frente para la Victoria.
En el otro extremo, nos encontramos con el Frente para la Victoria. Aquí la inversión en Programas Sociales, Subsidios y atracción de candidatos abandonados por el gobernador, líderes de primera línea y calidad de gestión local son las principales herramientas de lucha por el poder electoral de las comunidades y la provincia. Además de todo el apoyo Presidencial, puesta en los discursos de los líderes del Frente para la Victoria, la “gran batalla” ya describe en medios de opinión regional que el Kirchnerismo vuelve para recuperar la provincia que le entregaron a Daniel Peralta y que este llevó a la situación actual.
En materia de campaña, también comienza a visualizarse otra gran diferencia entre ambos sectores que deberá disputar la gobernación. Mientras Costa refuerza sus líderes con fondos para campaña, poniéndoles equipos técnicos, mucho marketing y una idea clara de planificación y desarrollo; los líderes políticos del FPV deben hacer campañas alineados indiscutiblemente en los programas nacionales y la economía del subsidio. Siendo dos formas de culturas políticas que están en pugna y que la ciudadanía deberá optar por cual es la que le conviene.
La “gran batalla” significará para Eduardo Costa vencer a la presidenta en sus propios términos, y en el propio territorio que los vio crecer. Por ello, los que temen un final trágico, sólo esperan que el apoyo a los líderes locales del Frente para la Victoria, comience a llegar, antes que sea demasiado tarde. Muchos de estos han debido subsistir entre la pelea contra Daniel Peralta y en la defensa del Proyecto Nacional con “escarbadientes en la mano”. Hacer política sin recursos o dependiendo de migajas de dirigentes nacionales, explicaría en gran medida la legitimidad alcanzada en determinadas comunidades de Zona Norte por el Frente para la Victoria.
Justicialistas y del Frente para la Victoria, parecen saber con precisión que la participación electoral en el frente “Unión para Vivir Mejor” encuentra por primera vez a los jubilados del Estado, descontentos con el ciclo Kirchnerista, y dispuestos a romper la estrategia del voto cautivo en el propio Estado. Ahora más bien se tratará de romper con el miedo de los agentes del Estado que siempre han representado votos cautivos por “temor o por amor” y el frente “Unidos para vivir mejor” está convocando a los agentes del Estado para perder el temor.
Pero no todo parece representar viento en popa para el líder radical. En sus frentes internos, no todos coinciden en su forma de comunicar e informar a sus aliados y a los diferentes frentistas locales, ni tampoco en los entornos locales de las principales ciudades de Santa Cruz. De este modo, se advierte que está rodeado de experimentados “cerradores” de acceso a su figura, mientras que otros advierten que parte de su entorno empresarial está tan ávido de “venganza” que podría ser más de lo mismo.
De llegar a Gobernar Santa Cruz, Eduardo Costa deberá superar múltiples desafíos. La ciudadanía se pregunta por estos días ¿Cómo gobernará la provincia en un escenario en donde la fórmula Scioli–Zannini se imponga a nivel nacional?; ¿Cómo gobernará las comunidades santacruceñas donde ganen los intendentes Peronistas o del Frente? son todos problemas de gobernabilidad.
También deberá demostrar que no es personalista, ni individualista, pues si bien logró la confianza de sectores políticos aletargados y opositores históricos del radicalismo, así como también ha logrado arrancar el “compromiso” de aquellos votos no comprometidos, esto no ha sido suficiente para demostrar que tendrá capacidad de gobernar por fuera de los colores políticos o de un personalismo que todavía acarrea como mote dentro y fuera del radicalismo.
Por último, y en la perspectiva de este análisis el lema “Unión para vivir mejor”, además de vencer en la ingeniería electoral, en el marketing directo, en la unificación de alianzas, etc., deberá demostrar con qué transparencia pretende separar la historia empresaria de la gestión pública, deberá demostrar ¿Cómo va a manejar la transparencia en la obra pública?, ¿Cómo gestionará los recursos económicos de la provincia ante el déficit y endeudamiento con la nación?; fundamentalmente, deberá mostrar a la ciudadanía ¿Cómo va a garantizar la Gobernabilidad en una provincia que seguiría siendo esencialmente peronista?
Con todo, Eduardo Costa, y nos guste o no leer esto: por ahora será el gran ganador, gane o pierda las elecciones a gobernador. Y esto no es una fantasía, pues a nivel nacional, ha sido el único caso de un radical que logró refundar su partido desde la provincia de los Kirchner después de la salida en helicóptero de Fernando de La Rúa!!.
Por Ignacio Guillotín- Colaboración Especial para Observador Central