Año 7 / Edición LII / Argentina / 20-12-2021 / ISSN 2422-7226
Por el Equipo Editor del Observador Central
Año a año son más los argentinos que se han concientizado en el uso de pirotecnia, es por esto que los empresarios y sindicalistas del rubro de los fuegos artificiales dictaminaron eliminar la fabricación de productos de alto impacto sonoro, como lo son los petardos y las bombas de estruendo.
El uso de petardos y bombas de estruendo es algo que la población argentina acostumbraba a utilizar no solo en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, sino también en festejos y eventos de entretenimiento, como recitales o acontecimientos deportivos. Sin embargo, con el pasar de los años, los argentinos se han ido concientizando sobre el uso de la pirotecnia y sus consecuencias. Es por esta razón que la SUEIPA (Sindicato Único de Empleados de la Industria de la Pirotecnia y Afines) y la CAEFA (Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales), teniendo en cuenta los cambios de la sociedad, han tomado la decisión de no fabricar más petardos y bombas de estruendo, medida que beneficiará a personas con hipersensibilidad auditiva.
La CAEFA anunció su segunda campaña “Celebremos siempre con fuegos artificiales amigables” en donde, junto con la SUEIPA, empresarios y sindicalistas determinaron eliminar la fabricación de productos de alto impacto sonoro, generando así un beneficio no solo a las personas con hipersensibilidad auditiva, sino a la población en general. El enfoque principal es fabricar productos de “bajo impacto”, lo cual va de la mano con la campaña de concientización que aconseja la compra de este tipo de productos “amigables” y difunde el uso responsable de la pirotecnia.
Las personas con autismo y los animales son quienes más han sufrido las consecuencias del uso de la pirotecnia de alto impacto. En el caso de las personas con CEA (Condición del Espectro Autista), quienes cuentan con hipersensibilidad auditiva, el uso de pirotecnia auditiva les provoca altos grados de ansiedad, miedo que se puede transformar en crisis de llanto y gritos, actitud agresiva y, en un punto extremo, la autolesión. En el caso de las mascotas, la utilización de estos productos les genera temblores, falta de aire, taquicardia, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, pérdida de audición, miedo, estrés y la muerte.
Asimismo, la pirotecnia sonora genera inevitablemente daños auditivos. La exposición a ruidos de alta intensidad a corto plazo puede dañar las células sensoriales del oído interno y causar daño auditivo que, en algunos casos, es irreversible. Dentro de las consecuencias se encuentran la pérdida auditiva temporal o total, alteraciones del equilibrio, perforación de la membrana timpánica, y zumbidos en los oídos.
A pesar que distintos sectores de la población, principalmente los familiares de personas con autismo y los defensores de los animales, impulsan la prohibición total de la fabricación y uso de pirotecnia, este avance servirá para aliviar el sufrimiento causado por los fuertes sonidos y permitirá pasar unos festejos de fin de año sin complicaciones. Sin embargo, es importante seguir recalcando la importancia de una concientización del uso de la pirotecnia, no solo por los problemas sonoros, sino también para evitar accidentes eludibles, como quemaduras o heridas causadas por el uso irresponsable de estos productos.