Año 7 / Edición LI / Santa Cruz / 13-12-2021 / ISSN 2422-7226
Por el Equipo Editor del Observador Central
Cada año, al llegar la época navideña comienza una maratón de actividades que paulatinamente han ido cambiando, recordemos algunos de ellos. ¿Cómo se vive la época en la provincia de Santa Cruz?
Cada año, en el mes de diciembre nos vemos expuestos a diferentes tradiciones que nos hacen sentir el estar vivo, nos estimulan a compartir con los niños fantasía y momentos que vamos dilatando constantemente. El pasado 8 del corriente en distintos puntos de la provincia se realizó el encendido del tradicional árbol navideño y la verdad es que en Patagonia no tenemos gran concurrencia y participación en eventos masivos, (aclarando que no es en modo de crítica sino en función de la participación). En cada hogar se prepara un lugar acogedor que replica este pino artificial que rememora el espíritu festivo, cada uno de estos adornos trae un poco de historia.
En la antigüedad, los germanos estaban convencidos de que tanto la Tierra como los Astros pendían de un árbol gigantesco, el Divino Idrasil o Árbol del Universo, cuyas raíces estaban en el infierno y su copa, en el cielo. Ellos, para celebrar el solsticio de invierno –que se da en esta época en el Hemisferio Norte-, decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor.
Alrededor del año 740, San Bonifacio –el evangelizador de Alemania e Inglaterra- derribó ese roble que representaba al Dios Odín y lo reemplazó por un pino, el símbolo del amor eterno de Dios. Este árbol fue adornado con manzanas (que para los cristianos representan las tentaciones) y velas (que simbolizaban la luz del mundo y la gracia divina). Al ser una especie perenne, el pino es el símbolo de la vida eterna. Además, su forma de triángulo representa a la Santísima Trinidad.
En la Edad Media, esta costumbre se expandió en todo el viejo mundo y, luego de la conquista, llegó a América.
El primer árbol de Navidad, decorado tal como lo conocemos en la actualidad, se vio en Alemania en 1605 y se utilizó para ambientar la festividad en una época de extremo frío. A partir de ese momento, comenzó su difusión: a España llegó en 1870, a Finlandia en 1800, y en el Castillo de Windsor –en Inglaterra- se vio por primera vez en 1841, de la mano del Príncipe Alberto, el esposo de la Reina Victoria.
Todo fue cambiando con el paso de los años y aquellas manzanas y velas del comienzo, hoy se convirtieron en las tradicionales esferas y las guirnaldas con luces de colores. Esto es lo que no puede faltar en tu árbol.
-Las “bolitas”. Representan los Dones que Dios les da a los hombres. Las de color azul simbolizan el arrepentimiento; las rojas, las peticiones; las doradas, albanzas; y las plateadas, agradecimiento.
-La estrella. Es habitual ponerla en la punta. Ésta representa la fe que guía nuestra vida.
-Cintas y moños. Simbolizan la unión familiar y la presencia de nuestras personas queridas alrededor de todos estos dones.
-Angelitos. Son los mensajeros entre nosotros y el cielo y son los encargados de protegernos, por eso no pueden faltar en tu árbol.
Navidad en verano, la mesa
Un plato tradicional para cada argentino es el asado. La entrada que no puede faltar es el vitel toné, una rodaja de carne acompañado con salsa de atún, huevo duro, anchoa y crema de leche. Otra receta típica es el matambre enrollado, el cual se elabora con un trozo de carne de vaca al que se le enrolla huevo cocido y pimiento, además de otros ingredientes como perejil, ajo, etc.
Todo esto se acompaña con ensaladas frescas y tradicionales como la de papas con huevo, rusa, lechuga y tomate, etc… No pueden faltar los sándwiches de miga que acompañan la cena de noche buena y se transforman en un manjar especial el día 25 en las playas (para la zona costera).
Para el postre, son comunes las ensaladas de frutas, el turrón, el budín y el helado. Asimismo, es imprescindible el pan dulce, un bollo hecho con masa de harina, leche y levadura, y adornado con pasas y frutas confitadas. En cuanto a las bebidas, predominan la sidra, el champán, el vino y los licores.
Todo lo mencionado anteriormente se adapta a la realidad económica de cada familia pero si hay algo que nos caracteriza como argentinos es que los festejos se realizan…
Los regalos
Otra tradición fuerte que nos acompaña y puede ser vista como un simple gesto consumista son los regalos, en algunas casas pesa el más caro, en otras aquellos que lleven un significado especial para quien lo recibe, hay quienes organizan intercambios de regalos entre los presentes…
Cada casa, cada familia se pueden constituir en un espacio de desarrollo y creatividad que permita lugar para desarrollar medios de comunicación entre los integrantes y con ello generar lazos de unión