Año 7 / Edición XLVIII / Argentina / 22-11-2021 / ISSN 2422-7226
Por Aldana Grandinetti para el Observador Central
Yo nena, yo princesa, el film del director Federico Palazzo e inspirado por el libro homónimo de Gabriela Mansilla, narra la historia de Luana, la primera niña trans argentina en ser percibida por su verdadera identidad de género por el Estado.
La adaptación cinematográfica de Yo nena, yo princesa llegó a la pantalla grande el pasado jueves 18 de noviembre y ya se consagró como un éxito en las taquillas agotando sus primeras funciones en los cines argentinos y convirtiéndose, en su primera semana, en la producción nacional más vista.
Basada en una historia real, la película fue dirigida por Federico Palazzo; coproducida por Grupo Octubre, la Universidad Nacional de La Matanza, Arco Libre & Aleph Media, Tronera y HSVG Producciones; y protagonizada por Eleonora Wexler, Juan Palomino, Valentina Bassi, Lidia Catalano, Héctor Bidonde, Mariano Bertolini, Irene Almus y Paola Barrientos. El film documenta la lucha y los diferentes obstáculos que tuvo que atravesar Luana, la primera niña trans del mundo en obtener un documento de identidad sin instancia de judicialización y acorde a su autopercepción de género.
La historia comenzó en el 2011 cuando Gabriela Mansilla, mamá de Luana, empezó a escribir en un cuaderno toda la información importante acerca de la infancia de su hija, incluyendo diálogos entre ellas y con los doctores. Gabriela toma la iniciativa de compartir su historia para llegar a aquellas “mamás que pudieran estar desesperadas” en encontrar respuestas sobre lo que les pasa a sus hijos y brindarles información acerca de la identidad y autopercepción de género. En el 2014 la editorial de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) publicó el libro Yo nena, yo princesa. Luana, la niña que eligió su propio nombre, donde se recopilan las anotaciones de Gabriela Mansilla. La batalla de Luana y su mamá marcó un antes y un después en la historia de la lucha por la identidad de género en Argentina cuando en el 2013 lograron que el Estado reconociera su verdadera identidad de género, sin necesidad de judicializar el reclamo.
Gracias a Yo nena, yo princesa la actriz que interpreta a Luana en el film, Isabella G. C., se convirtió en la primera niña transgénero del mundo en protagonizar una película. Junto a su familia, Isabella es parte de la Asociación Civil Infancias Libres, fundada en el 2017 por Gabriela Mansilla. La organización sin fines de lucro se encarga de acompañar las infancias y adolescencias travestis trans. Ademas tiene como objetivo promover la igualdad de los derechos de niños, niñas y adolescentes trans; la no discriminación por identidad de género u orientación sexual; la inserción en la sociedad, la comunidad educativa y el sistema de salud para una mejor calidad de vida.
El largometraje, rodado en la Universidad Nacional de La Matanza, no busca analizar la vida de Luana, sino hacer visible la lucha por los derechos de los niños y niñas trans. Para su mamá «el éxito de la película va a ser que llegue a la gente, que cree conciencia social, que se empiece a visibilizar y a bajar el nivel de violencia en las escuelas».
Yo nena, yo princesa, actualmente proyectada en todos los cines del país, gracias a la iniciativa del legislador porteño Claudio Ferreño, fue declarada por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires como proyecto de interés para la promoción y defensa de los derechos humanos de la ciudad.