Año 7 / Edición XLIX/ Argentina / 29-11-2021 / ISSN 2422-7226
Por Carolina Vita para el Observador Central
Agustina Bazterrica es una autora bonaerense, y con Cadáver Exquisito ganó el premio Clarín (2017), el premio “Ladies of Horror” (2021) y quien compartió las nominaciones del mejor libro del año de Goodreads (2020) con Stephen King, siendo la única mujer sudamericana en esta categoría. Es un libro que desborda sangre, olor, terror, asco y que a través del mundo distópico que nos presenta, se esconde una realidad que no es de ficción.
Cadáver Exquisito nos presenta una Buenos Aires donde todos los animales contrajeron un virus letal, dejando de ser aptos para el consumo, para el mascotismo o para la convivencia con ellos. Pero, ¿no podemos alimentarnos solo de verduras o legumbres? ¿o sí?, poco a poco la gente empieza a desesperarse por carne, cualquier tipo de carne, así es como pequeños grupos clandestinos comenzaron a secuestrar indigentes o inmigrantes para transformarlos en su cena.
El Canibalismo comienza a ser legislado y aceptado culturalmente, los frigoríficos empiezan a criar “cabezas”, se re acomoda la producción, los tipos de cortes y con ello el orden social que todos conocemos. Nuestro protagonista Marcos Tejo, es gerente de un frigorífico y a través de él vivimos en este mundo con olor a sangre, y nos guía muy descriptivamente en su día a día, como es el trabajo, y como maneja sus angustias, un día a Marcos le regalan una cría para consumo personal, esto era legal y las familias podían elegir sus cortes en las carnicerías o criar su propia comida, pero bajo ningún término era legal encariñarse con ellos o siquiera llamarlos humanos.
Se empieza a complicar esta carga, la moral, la culpa y el apego empiezan a entrometerse entre él y su comida. Las crías no tenían nombre, identidad, ni la capacidad de hablar, ya que desde su nacimiento les cortan la lengua para mantenerlos incomunicados y quitarles la posibilidad de gritar, hablar o poder generar algún tipo de vínculo con alguien, simplemente nacen y viven para ser comidos.
Con esto surgen todo tipo de cosas, desde el comienzo prejuicios como el racismo y el clasismo hace que ataquen a minorías, surge también el pagar deudas con transformarse en ganado para los prestamistas, comienza a haber caza legal e ilegal, se fundan mercados negros, donde se comercializa carne de ancianos, que suele ser la que esta en peores condiciones debido a su edad, enfermedades o medicinas que tomaban en vida, muchos de los familiares venden a su abuelo/a al mercado negro para pagar las deudas que contrajo la familia, demás esta decir que no existen los funerales ya que personas con bajos recursos comenzaron a desenterrar personas para su consumo.
Si todo lo mencionado hasta ahora no te revolvió un poquito el estómago, seguramente la novela se encargará de hacerlo, es un libro distópico, a la vez crítico, siniestro y que da lugar a pensar, imaginar y debatir sobre un montón de aspectos. Creo que no es una lectura para cualquiera, particularmente era algo que tenía que leer pausadamente y antes de haber desayunado, muchas veces me tocó cerrar el libro e intentar seguir en otro momento, sin dudas las páginas destilan olor a sangre, a putrefacción y a miedo, no por ser algo de terror persé, sino a miedo “de que pasaría si…”